Resumen Breve
Este video explora la larga y compleja historia de la disputa por las Islas Malvinas, desde los primeros descubrimientos y asentamientos hasta la guerra de 1982 y sus consecuencias. Se examinan los argumentos históricos y legales de Argentina y el Reino Unido, así como el impacto del conflicto en los excombatientes y la sociedad argentina.
- Los argumentos argentinos para reclamar la soberanía de las Islas Malvinas se remontan al Virreinato del Río de la Plata y la herencia de España.
- La guerra de las Malvinas fue un punto de inflexión en la historia argentina, que llevó al fin de la dictadura militar y dejó profundas cicatrices en la sociedad.
- El tratamiento de los excombatientes después de la guerra fue marcado por el silencio, el abandono y la desmalvinización, lo que generó graves problemas psicológicos y sociales.
INTRO
El video comienza con la historia de Miguel Fitgerald, un piloto argentino que aterrizó en las Islas Malvinas en 1964 para reivindicar la soberanía argentina. Se presenta el tema central del video: la lucha por las Islas Malvinas, que abarca aspectos bélicos, diplomáticos, culturales y educativos. Se plantean preguntas sobre los argumentos argentinos, la falta de una solución cercana y la motivación británica para mantener la ocupación.
ANTECEDENTES HISTORICOS
Se discute el origen de las Malvinas, mencionando la posible presencia de pueblos originarios como los yaganes o llámamanas. Se debate quién fue el descubridor oficial de las islas, mencionando a Américo Vespucio, Fernando de Magallanes y Esteban Gómez. Se explica que los ingleses atribuyen el descubrimiento al capitán John Davis en 1592, aunque no desembarcó en las islas. Richard Hawkins también bautizó las islas con su apellido en 1594. El nombre "Falkland" fue dado por una expedición británica en 1690. En 1764, el Conde Luis Antoin de Bugambille ocupó la isla y estableció el asentamiento St. Louis. España también reclamó las islas como propiedad de su corona, estableciendo gobernadores hasta 1810. Tras la independencia, Argentina reclamó la soberanía sobre las islas, pero la disputa continuó. En 1829, Argentina estableció una comandancia militar y nombró a Luis Bernet como gobernador. En 1831, Bernet ordenó la captura de barcos estadounidenses que cazaban focas ilegalmente, lo que llevó a un ataque estadounidense a Puerto Soledad. En 1833, el Reino Unido tomó posesión de las islas mediante una operación naval, expulsando a las autoridades argentinas. En 1833, gauchos liderados por Antonio Rivero se sublevaron contra las autoridades británicas, pero la rebelión fue sofocada.
PRE-GUERRA
Después de la ocupación británica en 1833, Argentina optó por la vía diplomática para reclamar las islas. A lo largo del siglo XIX y XX, los gobiernos argentinos buscaron recuperar las islas mediante diversas estrategias, como propuestas de canje de deudas y pedidos ante la ONU. Las Islas Malvinas se convirtieron en un punto estratégico clave durante las dos guerras mundiales, funcionando como base militar británica. En 1964, el piloto argentino Miguel Fitgerald logró aterrizar en las islas e izar la bandera argentina. En 1966, la resolución 2065 de la ONU reconoció la disputa de soberanía y exhortó a Argentina y el Reino Unido a negociar una solución pacífica. Sin embargo, con el golpe de estado de Juan Carlos Songanía, la vía diplomática quedó en segundo plano y la política exterior argentina adoptó un tono más nacionalista. Durante los años 70, la política argentina atravesó una profunda inestabilidad y el reclamo por las Malvinas quedó relegado frente a la represión interna y la crisis del país.
GUERRA DE MALVINAS
El incidente de las Georgias del Sur en marzo de 1982 fue el detonante de la guerra. El empresario argentino Constantino Davidov desembarcó en las Georgias del Sur con permisos británicos para desmantelar instalaciones balleneras, pero izó una bandera argentina, lo que generó una reacción británica. El Reino Unido envió el buque Endurance para desalojar a Davidov y su equipo. El gobierno militar argentino lanzó el operativo Alfa para recuperar las Malvinas. En Argentina gobernaba Leopoldo Fortunato Galtieri, en el Reino Unido Margaret Tcher era la primera ministra, y Ronald Reagan era el presidente de Estados Unidos. La Operación Rosario, ejecutada el 2 de abril de 1982, fue el desembarco militar argentino en las islas para reafirmar la soberanía argentina. La junta militar creía que el Reino Unido no respondería con una acción militar contundente. El 30 de marzo de 1982, una marcha multitudinaria en la Plaza de Mayo protestaba contra el gobierno militar de Galeri. El 2 de abril, el desembarco argentino comenzó en Puerto Enriqueta y hubo enfrentamientos con la guarnición británica. Los medios argentinos celebraron el operativo como un triunfo, mientras que en Gran Bretaña se calificó como una humillación nacional. Galeri nombró a Mario Benjamín Menéndez como titular del comando conjunto Malvinas.
FIN DE LA GUERRA
El conflicto armado estalló el 1 de mayo con el bombardeo británico sobre puerto argentino. El 2 de mayo, el crucero argentino ARA General Belgrano fue torpedeado por un submarino nuclear británico fuera de la zona de exclusión, causando la muerte de 323 tripulantes. La destrucción del ARA General Belgrano dejó a la Armada Argentina sin capacidad de operar en altamar. La junta militar endureció su discurso y los medios argentinos intensificaron su propaganda. Se realizó una transmisión de 24 horas llamada "Las 24 horas de Las Malvinas" para recaudar fondos para los soldados. Augusto Pinochet brindó apoyo a Gran Bretaña proporcionando información estratégica, mientras que Perú fue uno de los aliados más activos de Argentina. Hubo intentos de mediación por parte de la ONU, pero ninguno prosperó. El punto de inflexión fue la toma británica de Pradera del Ganso y Darwin. El 14 de junio de 1982, el general Mario Benjamín Menéndez firmó la rendición ante el comandante británico Jeremy Moore.
RENDICIÓN
El general Mario Benjamín Menéndez, gobernador militar de las islas, firmó la rendición ante el comandante británico Jeremy Moore. La guerra había terminado y el castillo de naipes que la junta militar había construido para sostener la contienda se desmoronaba definitivamente.
FIN DICTADURA
El final de la guerra marcó también el comienzo del fin para la dictadura militar. El ejército se vio obligado a reorganizar el gobierno tras la derrota. La crisis política se aceleró y Galri renunció el 17 de junio de 1982. El último presidente de facto fue Reinaldo Viñones, quien asumió con la tarea de administrar la transición a la democracia.
EXCOMBATIENTES
Durante los primeros años, el regreso de los soldados no estuvo marcado por homenajes ni reconocimiento, sino por silencio y abandono. La dictadura impuso un pacto de olvido, ordenando a los combatientes no hablar de lo que vivieron. Muchos volvieron sin apoyo psicológico, sin asistencia del Estado y sin siquiera ser reconocidos oficialmente como veteranos de guerra. Se inició un periodo que muchos analistas llaman desmalvinización, una omisión consciente y orquestada que implicó borrar la guerra del discurso público, silenciar a los excbatientes y evitar cualquier referencia al conflicto en los medios. En las Islas Malvinas quedaron los cuerpos de 649 soldados argentinos, muchos de ellos enterrados en tumbas sin nombre.
REPERCUSIONES - CONSECUENCIAS - CIERRE
Con el triunfo de Raúl Alfonsín en 1983, el juicio a las juntas llevó a la condena de los principales responsables de la dictadura. Pero el tema Malvina seguía siendo tabú. Galtieri y los otros dos miembros de la Junta Militar durante la guerra fueron condenados a 12 años de prisión, pero luego fueron indultados. En términos sociales, el debate en torno a Malvinas tuvo un importante impulso en 2005 con el estreno de la película Iluminados por el fuego. La película trajo nuevamente a la esfera pública una discusión que por mucho tiempo había quedado postergada. En las últimas dos décadas, la conciencia sobre lo ocurrido en la guerra y el reconocimiento de los excbatientes como héroes de guerra ha crecido en la memoria colectiva. En las escuelas, el tema de la soberanía nacional pasó a ser parte de la currícula escolar. El reclamo por Malvinas sigue presente en el imaginario colectivo argentino como una herida que atraviesa generaciones.
