Resumen breve
Este video es un recorrido por el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, uno de los campos de exterminio más grandes de la historia. El video muestra las condiciones brutales en las que vivían los prisioneros, las cámaras de gas y los crematorios donde fueron asesinados millones de personas. El video también explora la historia del campo, desde sus inicios como un campo de concentración para prisioneros políticos hasta su transformación en un centro de exterminio masivo. El video termina con una reflexión sobre la importancia de recordar el Holocausto y aprender de los errores del pasado.
- El video muestra las condiciones brutales en las que vivían los prisioneros en Auschwitz-Birkenau.
- El video explora la historia del campo, desde sus inicios como un campo de concentración para prisioneros políticos hasta su transformación en un centro de exterminio masivo.
- El video termina con una reflexión sobre la importancia de recordar el Holocausto y aprender de los errores del pasado.
Auschwitz-Birkenau: Un recorrido por el horror
El video comienza con la llegada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. El autor muestra la famosa puerta de entrada con el letrero "El trabajo te hará libre", que se puede ver en otros campos de concentración. El autor explica que este letrero no es el original, ya que fue robado hace unos años. El video continúa con un recorrido por los barracones donde vivían los prisioneros, mostrando las condiciones brutales en las que estaban obligados a vivir. El autor explica que los barracones están ahora convertidos en exposiciones que muestran la historia del campo.
La historia de Auschwitz
El autor explica que Auschwitz-Birkenau se convirtió en el campo de exterminio más grande de la historia, pero sus orígenes distan mucho de su macabro final. El campo fue construido en 1940 por la SS para albergar a 10.000 prisioneros políticos. El autor explica que el campo fue elegido por su ubicación y la abundancia de recursos que había a su alrededor. En 1941, Heinrich Himmler ordenó triplicar el tamaño del campo y construir uno nuevo cerca de Birkenau para albergar a otros 100.000 prisioneros que serían usados como mano de obra forzada. El autor explica que con el avance de la guerra, el campo modificó su objetivo y se convirtió en un centro de exterminio masivo.
La llegada de los judíos
El autor explica que con la llegada de los primeros judíos en 1942, los planes macabros de la "solución final" comenzaron a ejecutarse. Los judíos que llegaban a Auschwitz tenían su destino escrito en el aire. El autor muestra la primera parte del recorrido por el campo, que se llama Auschwitz I, y explica que los barracones estaban diseñados para albergar a 700.000 prisioneros. El autor muestra una exposición en el bloque 4 que muestra el recorrido que tenían los prisioneros al llegar a Auschwitz.
El proceso de deportación
El autor explica que los prisioneros que llegaban a Auschwitz eran despojados de sus pertenencias y registrados. Se les tatuaba un número en el brazo y se les entregaba un uniforme. El autor muestra una sala donde se exhiben los objetos personales de los prisioneros, incluyendo anteojos, zapatos, cepillos de dientes, rastrillos, artículos de aseo y prótesis. El autor explica que el dinero y las joyas encontradas entre la ropa eran llevados a una oficina especial para después ser enviados a Berlín. El autor también muestra una sala donde se exhiben dos toneladas de cabello humano, que fue cortado a los prisioneros al llegar. El autor explica que el cabello tenía fines industriales y se usaba para hacer telas y cuerdas de zapatos.
La vida en Auschwitz
El autor explica que la evolución de Auschwitz está perfectamente explicada en el museo. Las habitaciones pasaron de suelos de paja a colchonetas de paja y luego a literas para albergar a más prisioneros. El autor explica que los prisioneros comían tres veces al día: medio litro de café o té en la mañana, medio litro de sopa de verduras al mediodía y pan negro con margarina por la noche. El autor también explica que los prisioneros podían ducharse una vez al mes y que el uso del baño estaba limitado a 15 segundos en el excusado y 15 en el lavabo. El autor muestra varias fotografías de los prisioneros, que fueron tomadas por los alemanes. El autor explica que los alemanes tomaban tres fotografías de cada prisionero, pero que dejaron de hacerlo en 1943 porque era demasiado caro. En las fotografías se puede ver el nombre, el número, la fecha de llegada y la fecha de muerte del prisionero. El autor explica que algunos prisioneros duraron años en el campo, mientras que otros solo duraron días. El autor también destaca que el campo está tal cual se quedó cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, es decir, no ha sido restaurado.
La vida de los guardias de la SS
El autor explica que el campo era operado por 7.000 agentes de la SS, entre ellos un poco más de 100 mujeres. El autor explica que los guardias de la SS tenían un teatro, un cine y una cantina. El autor explica que la vida en Auschwitz para los guardias de la SS ocurría casi de forma normal. El autor también explica que en 1943 se creó un burdel en el bloque 24 para incentivar a los prisioneros de valor del campo.
El doctor Mengele
El autor explica que las paredes del campo fueron testigos de miles de historias terribles, documentadas en distintos libros. Una de las más espeluznantes es la del doctor Joseph Mengele, un médico que experimentaba con niños, especialmente con gemelos, para obtener información sobre la herencia genética. El autor explica que cuando uno de los gemelos moría por sus experimentos, Mengele asesinaba al otro con una inyección al corazón para poder practicarles la autopsia al mismo tiempo y proceder con sus estudios.
Las cámaras de gas
El autor explica que lo que realmente hizo infame a Auschwitz fue el plan sistemático de exterminio en masa en las cámaras de gas, llamado la "solución final". El autor explica que los prisioneros destinados a las cámaras de gas eran conducidos con el pretexto de que serían llevados a ducharse. Se les pedía que se desnudaran y se les introducía a una cámara sellada usando cristales de cianuro de hidrógeno, conocido como Zyklon B, que al contacto con el aire se convierte en gas. El autor explica que la SS ejecutó un método inspirado en el programa de eutanasia adulta de los nazis aplicado en Alemania, donde se asesinaba con gas a los adultos con discapacidad y enfermedades mentales. El autor explica que en los campos de exterminio, el gas resultó una forma más rápida y eficaz para asesinatos en masa de la población civil, incluyendo por primera vez a mujeres y niños. El autor explica que al principio se usaban dos motocicletas encendidas y con ruido sus motores junto a la cámara de gas para tratar de cubrir los gritos desesperados, pero era inútil. El autor explica que el primer experimento con gas se realizó en el bloque 11, uno de los pocos sitios donde no se permiten las fotos. Las víctimas fueron 600 prisioneros soviéticos y otros 250 prisioneros enfermos o débiles. El autor muestra el único crematorio y cámara de gas que se conserva, ya que las demás fueron destruidas por los alemanes. El autor explica que este crematorio era una "fábrica de la muerte".
La maqueta de las cámaras de gas
El autor muestra una maqueta de cómo funcionaban las cámaras de gas y los crematorios. El autor explica que la gente bajaba por las escaleras y se les pedía que se desnudaran. Se les decía que iban a ducharse, pero en realidad entraban a la cámara de gas. El autor explica que la cámara de gas podía matar entre 1.500 y 2.000 personas en 20 minutos. El autor también explica que los crematorios podían quemar 1.400 cadáveres al día. El autor explica que hay una copia de esta maqueta en el museo de memoria y tolerancia en la ciudad de México.
Birkenau
El autor se traslada a Birkenau, también conocido como Auschwitz II, la colosal segunda etapa del proyecto que lo convertiría en el campo de concentración y exterminio más grande de la historia. El autor explica que desde la torre se puede ver la dimensión del lugar, que son 140 hectáreas que podían albergar a 100.000 prisioneros. El autor explica que en las vías de tren llegaban los trenes de ganado con alrededor de 80 personas en cada vagón en condiciones terribles. El autor explica que los prisioneros eran inmediatamente seleccionados en dos grupos: los que estaban aptos para trabajar y los que no. Los que no estaban aptos para trabajar iban directamente a la cámara de gas. El autor explica que Birkenau fue construido por prisioneros soviéticos durante el crudo invierno. El autor explica que el campo fue diseñado para que los prisioneros vivieran en pésimas condiciones, sin agua corriente ni piso y en un ambiente ideal para la propagación de enfermedades. El autor explica que al término de la guerra, los habitantes de las ciudades cercanas desmantelaron la mayoría de las barracas para usarlos como material de construcción. El autor muestra uno de los barracones originales de ladrillos.
La vida en Birkenau
El autor explica que en los barracones vivían entre 700 y 1.000 prisioneros a la vez. El autor explica que a veces los prisioneros también dormían en el suelo sobre tablas con paja. El autor explica que los prisioneros que vivían en Auschwitz trabajaban como mano de obra para los alemanes. El autor explica que había trabajos muy pesados y esclavizantes, y otros no tan pesados. El autor explica que uno de los trabajos menos pesados era trabajar en Canadá, un sector de Auschwitz donde se llevaban todas las pertenencias de los prisioneros cuando llegaban. El autor explica que los prisioneros que trabajaban en Canadá buscaban cosas de valor en la ropa de los prisioneros, como diamantes, joyas y dinero. El autor explica que estas pertenencias se usaban para el reciclaje macabro. El autor explica que el dinero y el oro se iban al banco de Alemania, pero los zapatos se mandaban a empresas alemanas para fabricar otras cosas que fueran de utilidad para la guerra. El autor explica que muchas de las prendas y pertenencias se quedaron en el campo y forman parte de las exhibiciones en Auschwitz I. El autor explica que los alemanes quemaron la parte de Canadá. El autor muestra las vías del tren especialmente construidas para este campo y uno de los vagones que se usaban para transportar a la gente. El autor explica que los prisioneros eran seleccionados en la plataforma de selección. El doctor elegía rápidamente quién se iba para la izquierda o para la derecha. Si te tocaba ir a la derecha, ibas a los barracones a vivir y trabajar. Si te tocaba ir a la izquierda, tu destino era la cámara de gas.
Las cámaras de gas en Birkenau
El autor explica que las cámaras de gas en Birkenau abrieron en 1943 y se convertirían en la máxima expresión del horror de Auschwitz. El autor explica que había cuatro cámaras de gas y crematorios en Auschwitz, lo que requería una minuciosa organización. El autor explica que el trabajo duro era realizado por los Sonderkommando, un grupo de prisioneros judíos que eran los encargados de recoger y quemar los cadáveres. El autor explica que los crematorios incineraban entre 1.000 y 10.000 personas por día. El autor explica que hubo épocas en que los cadáveres eran tantos que se vieron en la necesidad de excavar fosas para incinerarlos. El autor explica que las fosas aún son visibles hoy en día. El autor explica que cuando los alemanes empezaron a sentir que estaban perdiendo la guerra, recibieron la orden de destruir las cámaras de gas y la evidencia de sus crímenes. El autor muestra el crematorio 2, que está totalmente destruido. El autor explica que el número exacto de víctimas de los campos de exterminio no se sabe. El autor explica que a lo largo de la historia han cambiado los números por distintos estudiosos. El autor explica que hay personas que creen que el Holocausto es una mentira. El autor explica que hay gente que cree que la tierra es plana y otras cosas raras, pero que el Holocausto es demasiado serio y grave como para estarlo dudando. El autor explica que hay un rumor en internet que dice que los pájaros no vuelan sobre Auschwitz-Birkenau porque es un lugar muy triste con una energía muy densa, pero que eso es una mentira. El autor explica que hay muchos pájaros y conejos en el bosque alrededor del campo. El autor explica que el año 44 fue el año más tremendo para Auschwitz-Birkenau, donde más personas fueron asesinadas. El autor explica que en particular, un episodio cuando se deportaron 430.000 judíos de Hungría y llegaron a Auschwitz. El autor explica que la mayoría, creo que el 70%, fueron exterminados en este campo de concentración. El autor explica que está prohibida la fotografía en el campo, ni siquiera los soldados de la SS podían tomar fotografías. El autor explica que hay un testigo fotográfico que nadie sabe exactamente quién o por qué razón se tomaron esas fotos, que fue cuando llegaron uno de los trenes con los judíos de Hungría. El autor explica que las fotos sirven como un testimonio valiosísimo para lo que sucedió aquí. El autor explica que hay muy pocas fotografías del campo, la mayoría de lo que nosotros vemos son de cuando se liberó el campo. El autor explica que los alemanes hicieron marchar a 10.000 personas del campo hacia Alemania cuando se sentían que estaban perdiendo la guerra. El autor explica que cuando llegaron a liberar el campo, quedaban 7.000 personas. El autor muestra el final de las vías de tren y el final para muchas de las personas que llegaron aquí. El autor muestra un monumento en honor a las víctimas. El autor explica que las piedras simbolizan las tumbas que toda esa gente no tuvo. El autor explica que la chimenea simboliza los crematorios. El autor explica que hay placas en distintos idiomas, pero no en español. El autor explica que en este lugar, los nazis exterminaron a un millón y medio de hombres, mujeres y niños, la mayor parte judíos de varios países de Europa. El autor explica que este lugar es un grito de desesperación y una señal para la humanidad.
Reflexiones sobre Auschwitz
El autor termina el video con algunas reflexiones sobre su visita a Auschwitz. El autor explica que una visita a un lugar como este se puede catalogar dentro del turismo negro, pero que el turismo negro no necesariamente es algo negativo. El autor explica que visitar un lugar donde ocurrió una tragedia puede ser una forma de aprender del pasado. El autor explica que este lugar se preserva para mantener la memoria de las víctimas y para que las nuevas generaciones conozcan lo que sucedió. El autor explica que la importancia de un lugar como este es aprender de lo que pasó y de lo que los seres humanos somos capaces de hacer. El autor explica que todos tenemos retos y días tristes, y que la gente viene a este lugar para que no vuelva a suceder. El autor explica que no está seguro de que no esté pasando de nuevo, ya que en algún lugar del mundo hay alguien que está siendo discriminado y sufriendo algo parecido. El autor invita a la reflexión a todos los viajeros y les pregunta si su visión del mundo incluye a todos, sin cambiarlos, a gente que opina distinto, a gente que tiene otra religión, a gente que tiene otra orientación sexual, a gente que tiene otro color de piel. El autor termina el video diciendo que con eso podemos dar por terminada esta conmovedora visita.