Resumen Breve
El video explora el concepto bíblico del gozo y su relación con el contentamiento, la depresión y la ansiedad, especialmente en el contexto de la vida cristiana moderna y la influencia de las redes sociales. Se destaca la importancia de entender el gozo no como una emoción superficial dependiente de las circunstancias, sino como una profunda conciencia de la gracia de Dios, que permite a los creyentes mantener la alegría y la esperanza incluso en medio de las dificultades.
- El gozo bíblico es un mandato, no una opción, para los cristianos.
- El gozo verdadero se basa en la gracia de Dios, no en las circunstancias externas.
- Las redes sociales pueden distorsionar la percepción de la realidad y generar descontento.
Introducción
El orador comienza disculpándose por una posible tos debido a problemas de garganta y anuncia que continuará con el estudio de "Vivir en Santidad", específicamente la parte número tres sobre la vivificación. Se recuerda que la mortificación es evitar los malos deseos de la carne, mientras que la vivificación es hacer lo bueno. En esta lucha, los cristianos no están solos, ya que cuentan con los frutos del Espíritu Santo, que brotan de su interior, así como los malos deseos. Todo lo que sucede, incluso las pruebas y derrotas, está dispuesto por Dios para el bien del creyente, quien debe enfocarse en encontrar la salida que Dios siempre provee en cada tentación. La santidad requiere tanto mortificación como vivificación, actuando en ese orden.
Gozo y Contentamiento
El objetivo del día es profundizar en el gozo, un don que lleva al contentamiento, ambos conceptos clave para una vida cristiana exitosa, especialmente en tiempos de dificultad. Se reconoce que es fácil obedecer a Dios cuando todo va bien, pero se vuelve difícil vivificarse cuando las cosas van mal. Los cristianos a menudo luchan con la idea errónea de que portarse bien garantiza que les irá bien, y viceversa. El gozo y el contentamiento se asocian a veces con una relación de causa y efecto, pero cuando esto no sucede, no saben cómo proceder. Se enfatiza que la vivificación se basa en el conocimiento y entendimiento de la Palabra de Dios, que revela lo que se debe hacer en cada circunstancia.
El Problema de la Depresión y la Ansiedad
El orador explica que el entendimiento del gozo y el contentamiento es fundamental para abordar problemas como la depresión y la ansiedad, que considera una "plaga" en la cultura actual. Sin embargo, critica la tendencia a diagnosticar erróneamente estos problemas, señalando que no todos los que se sienten tristes o inciertos están deprimidos o ansiosos. Esta victimización impide enfrentar los problemas de manera correcta, por lo que es necesario entender el concepto bíblico del gozo y cómo este lleva a la vivificación, así como la raíz del contentamiento en el gozo.
Días Buenos y Días Malos
Se establece que la escritura enseña que todos experimentarán días buenos y malos, independientemente de su comportamiento. Eclesiastés 9:11 indica que la carrera no siempre la ganan los más veloces, ni la batalla los más valientes, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos. Eclesiastés 7:14 aconseja disfrutar de los buenos tiempos y reflexionar sobre el hecho de que tanto los buenos como los malos tiempos provienen de Dios. Se desconecta lo que se está haciendo de lo que está pasando, recordando que Proverbios ofrece dichos generales, no reglas universales. Hay un factor que Dios controla, y si las cosas van mal a pesar del esfuerzo, se debe recordar que los días malos también vienen de parte de Dios.
La Ironía de las Redes Sociales
Se aborda el problema de las redes sociales, que pueden generar conflictos, especialmente entre los jóvenes, debido a la constante comparación con las vidas aparentemente perfectas de los demás. Las personas tienden a mostrar solo lo bueno que les pasa, lo que lleva a una comparación inconsciente y a la conclusión de que a todos les va mejor. Se menciona un estudio que revela cómo algunas personas incluso falsifican sus vidas para aparentar éxito en las redes sociales. Esta comparación constante genera problemas de ansiedad y depresión, ya que se olvida que todos tienen días buenos y malos.
El Mandato de Alegrarse
Se destaca que los cristianos que enfrentan esta problemática a menudo están en rebeldía con Dios, ya que Filipenses 4:4 ordena "Alegraos siempre en el Señor". Estar amargado, triste o deprimido implica un problema con Dios, ya que este mandato es difícil de comprender sin conocer el fruto del Espíritu. El orador comparte su propia experiencia al tratar de entender este concepto en una iglesia donde la alabanza era esencial, pero donde se sentía presionado a ser extrovertido y expresar un gozo que no sentía genuinamente.
La Experiencia Personal con el Gozo
El orador relata su dificultad para comprender el concepto de gozo en una iglesia donde la alabanza y la expresión de alegría eran fundamentales. Como persona introvertida, se sentía presionado a actuar de una manera que no le era natural, lo que le generaba un conflicto interno. Se le decía que debía "gritar de júbilo" y "alegrar su cara", pero esto no le hacía sentir nada. A pesar de reconocer que Dios merece alegría, no le nacía expresarla de la manera que se esperaba. Se sentía hipócrita al tratar de complacer a los demás y cumplir con las expectativas de la iglesia.
El Conflicto Interno y la Hipocresía
El orador describe cómo se sentía presionado a ser extrovertido y gozoso en la iglesia, a pesar de su naturaleza introvertida. Se le enseñaba que el gozo era una señal de que Dios estaba presente en la reunión, lo que le generaba aún más presión. Sin embargo, comenzó a cuestionar la autenticidad de las expresiones de alegría que veía a su alrededor, notando que muchos parecían estar actuando o buscando una forma de terapia para desconectarse de sus problemas. Esto le llevó a alejarse de las primeras filas y a cuestionar si ese era realmente el gozo del que hablaba la Biblia.
La Búsqueda del Gozo Genuino
El orador explica que no podía comprender por qué Dios castigaría a alguien por no tener gozo, especialmente cuando la vida era difícil. Se sentía frustrado por el mandato de alegrarse en medio de la tribulación, ya que le resultaba imposible hacerlo de manera genuina. Sin embargo, una conversación con una instructora en un curso le dio la pauta para cuestionar la idea de que la felicidad depende de las circunstancias. Se dio cuenta de que tratar de ser feliz sin las circunstancias adecuadas es imposible, lo que le llevó a buscar una definición más profunda del gozo bíblico.
La Definición Bíblica del Gozo
El orador explica que el gozo bíblico es diferente de la alegría o el placer superficial. En hebreo, se traduce como alegría y risas, pero en griego, se conecta directamente con la palabra "gracia". Por lo tanto, el gozo es deleitarse en la gracia de Dios, experimentar la gracia de Dios o estar consciente de la gracia de Dios. Esta definición le cambió la perspectiva, ya que el gozo se convierte en una conciencia de haber recibido gracia, no necesariamente en estar alegre. El gozo se separa del placer, ya que puede coexistir con el dolor y se expresa no solo con gritos y risas, sino también en silencio y lágrimas.
El Gozo en la Dificultad
Se enfatiza que el gozo bíblico se enfoca en la dificultad, como se ve en Hechos 5:40-41, donde los apóstoles se regocijaron después de ser azotados por causa del nombre de Jesús. No eran hipócritas gritando por el dolor, sino que estaban conscientes de que, al ser tratados injustamente como Jesús, estaban recibiendo una gracia de Dios. El gozo y el dolor pueden coexistir sin problema, y el gozo no solo se expresa con alegría, sino también en silencio. Juan Calvino define el gozo como "la tranquilidad y alegría del alma que descansa en la misericordia de Dios".
Las Bienaventuranzas y el Gozo
Se analizan las palabras de Jesús en Mateo 5:1-12, donde declara "dichosos" a los pobres en espíritu, los que lloran, los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia, los compasivos, los de corazón limpio, los que trabajan por la paz y los perseguidos por causa de la justicia. La palabra "dichosos" se traduce como "bendito" o "feliz". Jesús está diciendo que se llenen de alegría cuando lloren por la pérdida de un familiar, ya que el enfoque no está en el presente, sino en lo que vendrá después. El mandato es gozarse siempre, estar consciente de que todo lo que pasa, bueno o malo, viene del Señor y obra para el bien del creyente por gracia.
El Gozo como Certeza y Confianza
El gozo bíblico se define como la certeza profunda y la convicción interna de que lo que está pasando servirá para el bien del creyente, que a pesar del dolor, Dios lo convertirá en algo bueno. Es un asunto de confiar en Dios y en su control sobre todas las cosas. El gozo no está asociado al buen o mal obrar, sino a la gracia de Dios. Incluso después de cometer un error grave, se puede pedir perdón a Dios, buscar arrepentimiento y gozarse, ya que Dios no da conforme al comportamiento, sino según su plan soberano. Se anima a visualizar cómo Dios cambiará los días malos y a descansar en la conciencia de que vendrán días buenos.
El Gozo como Mandato y la Rebeldía Inconsciente
Se reitera que el gozo no es opcional, sino un mandato para todo cristiano, como se indica en Filipenses 4:4. Se recuerda que a menudo se olvida la gracia que se tiene al ver lo que otros tienen, lo que ciega a lo que sí se posee. Se vive resentido con Dios e inconscientemente en rebeldía contra él. Deuteronomio 28:45-48 explica que Dios castigaría a los israelitas por no gozarse, ya que no reconocieron que su abundancia era gracia y se jactaron de sus propios logros. El problema no es la falta de alegría, sino la falta de conciencia de que todo lo que se tiene es gracia.
El Gozo y la Depresión
Se explica que el dilema de obligarse a gritar y danzar sin sentirlo genuinamente surge de no entender el gozo bíblico. Una persona triste y acongojada está pecando y siendo rebelde contra Dios, no una víctima. No hay problema en estar triste, pero sí en olvidarse de la gracia que se tiene. Esta tristeza y amargura por no estar consciente de la gracia es un pecado y una rebeldía contra Dios. Dios no pide hipocresía, sino conciencia de la gracia, tanto en los días buenos como en los malos. Se critica la actitud de quienes se olvidan de Dios al obtener un buen trabajo y se enfatiza que el gozo es gracia.
El Gozo y la Tentación
Se explica que la falta de gozo abre el camino para la depresión en los cristianos. Un mal deseo de la carne es deprimirse y dejarse ir abajo, lo cual se disfruta. Se pone música triste para alimentar el dolor, y algunas personas se hacen adictas a esto. Se puede estar triste, pero no sin gozo. Cuando se está consciente de la gracia, es fácil ver la salida en la tentación. En lugar de quejarse contra Dios, se puede decir como Job: "Dios da y Dios quita". El gozo da la oportunidad de seguir un camino diferente y de aceptar tanto lo bueno como lo malo de parte de Dios.
Preguntas y Respuestas
Se responde a varias preguntas del público:
- ¿Los días malos son consecuencias de malas decisiones? Se explica que tanto Proverbios como Eclesiastés ofrecen perspectivas válidas. Proverbios indica que evitar problemas y obedecer a Dios puede prevenir dificultades, mientras que Eclesiastés muestra que incluso los justos padecen. Dios decide cuándo aplicar una u otra perspectiva.
- ¿Si lucho cada día con el pecado, no seré salva? Se aclara que la salvación no depende de las acciones, sino del sacrificio de Jesús. La lucha contra el pecado es una señal de gratitud, no un medio para ganarse el cielo.
- ¿Proverbios es un libro de mandatos? Se explica que Proverbios comunica verdades generales, no siempre mandatos. Es importante discernir entre descripción y ordenanza al interpretar la Biblia.
- ¿Es incorrecto decir que si no se tienen recursos, no se deberían tener hijos? Se argumenta que esta afirmación se basa en un materialismo que excluye a Dios. Los hijos son herencia de Jehová, y la voluntad de Dios, no los bienes materiales, debe dictar las decisiones.
Conclusión
Se concluye animando a los oyentes a reflexionar sobre si están en sus días buenos o malos y cómo están reaccionando. Se enfatiza la importancia de estar gozosos siempre, recordando que todo lo que se tiene es por gracia. Se pide al Señor que permita estar gozosos y cumplir este mandato, reconociendo que la felicidad viene de Él, no de las cosas materiales. Se agradece a Dios por no abandonar a pesar de la necedad y se pide ayuda para que el fruto del Espíritu Santo, el gozo, muestre claramente el camino a seguir.