Breve Resumen
El discurso explora la relevancia del pesimismo filosófico en el mundo contemporáneo, contrastándolo con actitudes vitales, el transhumanismo y el optimismo político. Se define el pesimismo filosófico como una corriente que cuestiona el pensamiento dominante y se enfoca en el sufrimiento individual, proponiendo una "vuelta a las cosas mismas" y un "pesimismo iniciático" que transforma la percepción de la existencia.
- El pesimismo filosófico se distingue del pesimismo emocional y de la indignación.
- Se explora la conexión entre el pesimismo filosófico y la literatura, el arte y la música.
- Se analiza la relación entre el pesimismo y la política, destacando la aversión de los líderes políticos hacia el pesimismo.
- Se examinan las coincidencias entre el pesimismo filosófico y tendencias actuales como el vegetarianismo, el antinatalismo y la eutanasia.
- Se discuten las relaciones entre el pesimismo filosófico y la ciencia, la psicología y la literatura del horror sobrenatural.
Introducción
El autor agradece la invitación al congreso y lamenta la imposibilidad de proyectar diapositivas preparadas para la presentación. Se propone hablar sobre la actualidad del pesimismo, aclarando que el título es ambiguo y necesita precisión.
Definición y Alcance del Pesimismo
El autor distingue entre el pesimismo como actitud vital y el pesimismo filosófico. Argumenta que el pesimismo como actitud vital siempre estará presente mientras exista la especie humana, incluso si el transhumanismo transforma a los humanos en ciborgs. Se diferencia el pesimismo emocional y el "pesimismo de la indignación" del pesimismo filosófico, este último entendido como la filosofía que surge en Alemania con Arthur Schopenhauer y sus seguidores.
Raíces Históricas del Pesimismo Filosófico
El pesimismo filosófico tiene raíces antiguas, encontrándose en textos como el "Diálogo de un desesperado de la vida con su alma" del antiguo Egipto y en tablillas cuneiformes de Mesopotamia. En la actualidad, esta corriente se manifiesta en la metapsicología de Freud y en las obras de pensadores como David Benatar y representantes del realismo especulativo. En España, se encuentra un dejo pesimista en la literatura de autores como Jorge Manrique, Quevedo y Baroja, aunque mitigado por la esperanza cristiana.
El Pesimismo Filosófico en España
En España, el autor identifica un "deje pesimista" en autores como Jorge Manrique, Calderón, Quevedo, Mañara y Gracián, aunque atenuado por la esperanza cristiana. Destaca la presencia del pesimismo en la obra de Larra y Baroja, especialmente en "El árbol de la ciencia", sugiriendo una posible influencia de Philipp Mainländer a través de Elías Metchnikoff. El autor menciona su propio "diálogo filosófico" sobre el pesimismo en los jardines de la Granja de San Ildefonso.
Actualidad e Intempestividad del Pesimismo
El autor argumenta que el pesimismo filosófico es sumamente actual y oportuno debido a su carácter intempestivo, es decir, su capacidad de cuestionar el pensamiento dominante en cualquier época. A pesar de ser tachado de reaccionario, el pesimismo filosófico contiene un profundo componente crítico que lo hace irreductible a cualquier servilismo teórico o práctico.
Antipatía Hacia el Pesimismo
El pesimismo filosófico es una teoría antipática que enfrenta hostilidad desde diversos frentes, incluyendo la gente común y los políticos. Los políticos ven en el pesimismo un obstáculo para sus deseos de dominio, ya que el filósofo pesimista renuncia a la voluntad de poder y basa su acción social en la compasión. El autor cita a Hitler y Pedro Sánchez para ilustrar la aversión de los líderes políticos hacia el pesimismo.
El Pesimismo y la Escuela de Frankfurt
La faceta crítica del pesimismo filosófico ha sido apreciada por algunos autores de la Escuela de Frankfurt, como Max Horkheimer, quien veía en Schopenhauer un "pesimista clarividente" por su filosofía de resistencia. El autor considera que el pesimismo filosófico es muy ajustado a la mentalidad de una buena porción de la juventud actual, desengañada y sedienta de verdad.
El Nihilismo y el Pesimismo Filosófico
El autor argumenta que la época actual está apurando las heces del nihilismo sin encontrar un "superhombre" capaz de superarlo. Tras la "muerte de Dios" profetizada por Nietzsche, Occidente ha tenido que renunciar a una serie de ídolos abstractos, como el superhombre, la revolución, la globalización, el progreso tecnológico, el ecologismo y el pacifismo.
El Retorno al Pesimismo
En medio de este panorama calamitoso, las miradas se vuelven angustiadas al pesimismo filosófico, que representa un estado de madurez ante tanto engaño y desilusión. El autor propone una "vuelta al pesimismo" (pessimismus), una necesidad de recuperar algunas de las tesis propuestas por el pesimismo filosófico para afrontar la profunda crisis que atravesamos.
El Pesimismo Iniciático
El autor introduce el concepto de "pesimismo iniciático", argumentando que aquellos que se inician en esta filosofía deben atravesar una serie de pruebas vitales que les conducen a una experiencia transformadora. A diferencia de las iniciaciones clásicas, la sabiduría del pesimismo es siempre inmanente, lo que lo aproxima a algunas sabidurías orientales como el budismo.
El Pesimismo y la Universidad
El carácter iniciático del pesimismo explica por qué nunca ha tenido demasiada aceptación en las aulas universitarias. Sin embargo, ha tenido una enorme influencia sobre artistas, músicos y literatos, ya que el arte, la música y la literatura enraízan en la vida, cuya palpitación tratan de pensar y explicar.
Coincidencias Actuales con el Pesimismo Filosófico
A pesar del vitalismo en boga, existen numerosas coincidencias entre el pensamiento actual y las propuestas del pesimismo filosófico. Estas incluyen el vegetarianismo y el animalismo, el antinatalismo, la reivindicación del derecho a una muerte digna y la preocupación por el problema del suicidio.
El Pesimismo y la Cuestión Social
El autor destaca el acento políticamente crítico y el componente solidario del pesimismo filosófico. Agnes Taubert critica las engañosas esperanzas de felicidad del capitalismo y el socialismo, proponiendo asociaciones basadas en el apoyo mutuo. Julius Bahnsen valora la acción personal y el autosacrificio ante los conflictos trágicos. Philipp Mainländer aboga por un socialismo nacionalista que empodere a los trabajadores de cada nación.
El Pesimismo y la Ciencia
El autor señala algunas concomitancias entre el pesimismo filosófico y la ciencia reciente. La versión del idealismo trascendental de Schopenhauer concuerda con la implicación del sujeto en el conocimiento del mundo físico según la física cuántica. El concepto de voluntad del pesimismo anticipa el concepto actual de energía oscura. Las filosofías de Eduard von Hartmann y Philipp Mainländer se asemejan a cosmologías recientes sobre la expansión y contracción del universo.
El Pesimismo y los Fenómenos Paranormales
Algunos autores pesimistas, como Schopenhauer, Eduard von Hartmann y Helene von Druskowitz, mostraron un notable interés por los fenómenos paranormales, buscando explicarlos en el marco de su filosofía. Estos fenómenos serían el resultado de fuerzas inconscientes que constituyen la base de la realidad.
El Pesimismo y la Literatura del Horror Sobrenatural
El autor alude a la relación entre el pesimismo y la literatura del horror sobrenatural, así como con el realismo especulativo. Esta corriente filosófica conjuga filosofía y literatura, considerando la cosa en sí como algo vinculado con el ámbito de lo terrible, el horror y el mal.
Conclusión
El autor concluye su presentación, afirmando que el pesimismo filosófico siempre tendrá asegurado un puñado de fieles e irreductibles adeptos mientras no le dé a la especie humana por autodestruirse. Cierra con una cita de Cioran sobre la necesidad de una visión antropológica pesimista para revelar el sentido trágico de la historia.

