Breve Resumen
El video explora la teoría de que la humanidad fue genéticamente modificada por seres extraterrestres, los Anunnaki, basándose en interpretaciones de textos antiguos, anomalías genéticas humanas y representaciones artísticas. Se examinan evidencias como el ADN humano, los mitos de la creación, las listas de reyes sumerios y artefactos arqueológicos para respaldar esta hipótesis.
- ADN humano contiene secuencias genéticas de origen desconocido.
- Mitos antiguos describen seres que descienden de las estrellas y crean a la humanidad.
- La vida útil limitada de los humanos podría ser un mecanismo de control impuesto por los Anunnaki.
Intro
El video plantea la pregunta de si la raza humana fue genéticamente diseñada por seres de otro planeta para servir como mano de obra. Se exploran pinturas rupestres antiguas y la conquista del espacio como intentos de comprender nuestros orígenes, sugiriendo que la verdad podría ser socialmente inaceptable. Se afirma que los hechos presentados en el video son verdaderos, invitando al espectador a cuestionar la narrativa convencional sobre la creación de la humanidad.
¿De dónde venimos?
El ADN humano contiene miles de secuencias genéticas de origen desconocido que no se encuentran en otros primates y no pueden explicarse por la evolución natural. Hace unos 300,000 años, el Homo sapiens apareció repentinamente en el registro fósil con un rápido crecimiento cerebral, un fenómeno que los biólogos evolutivos no pueden explicar completamente. El cromosoma 2 humano muestra evidencia de fusión intencional de dos cromosomas de primates separados, algo que no se observa en la naturaleza. Las civilizaciones humanas más antiguas representan seres que descienden de las estrellas, a menudo con trajes que se asemejan a los de los astronautas modernos. Los textos sumerios antiguos hablan de seres que crearon a la humanidad mezclando su sangre con criaturas terrestres primitivas. Los humanos primitivos poseían conocimientos astronómicos detallados sobre planetas invisibles a simple vista, como Urano y Neptuno, sin una explicación convencional de cómo obtuvieron esta información. Numerosas culturas aisladas comparten mitos de inundaciones globales y seres misteriosos que guían a los humanos a la seguridad o los ayudan a reconstruir la civilización. Pinturas rupestres prehistóricas representan figuras humanoides junto a objetos en forma de disco o esferas, que se asemejan a interpretaciones modernas de naves extraterrestres. El rápido salto de cazadores-recolectores a civilizaciones complejas ocurrió en pocos siglos sin etapas de desarrollo claras, lo que desconcierta a los estudiosos.
La esencia de la bestia
Algunos investigadores sugieren que la creación del Homo sapiens fue una incisión deliberada en la línea de tiempo evolutiva de la Tierra. Las tablillas sumerias describen a los Igi, dioses menores, que se rebelaron debido al exceso de trabajo. La solución fue crear una nueva especie híbrida, un trabajador llamado Lulu Amelu, creado por Enki y Ninhersag. Algunos estudiosos interpretan que la frase "mezclar la sangre de los dioses con la esencia de la bestia" se refiere a la manipulación genética literal. Homo erectus fue la base, y los Anunnaki proporcionaron la actualización. Los primeros prototipos fueron inestables hasta que lograron un modelo viable, reproductivo, entrenable y obediente. Se trazan paralelos con el Génesis bíblico, donde la creación de Eva a partir de la costilla de Adán se relaciona con la diosa sumeria Ninti, quien realizó un procedimiento quirúrgico en el prototipo masculino. La costilla se interpreta como un símbolo de extracción genética.
¿Son los humanos de la Tierra?
Si los humanos fueron diseñados genéticamente, la evidencia estaría en nuestras células y en las peculiaridades que la ciencia no puede explicar. El factor Rh negativo en la sangre, presente en un pequeño porcentaje de la población mundial, no tiene un origen evolutivo claro y puede ser un remanente de la biología de los Anunnaki. La aparición repentina de los humanos en el registro fósil, con lenguaje, herramientas y cultura, sugiere una intervención abrupta. Las enfermedades crónicas, alergias y problemas degenerativos podrían ser signos de un cuerpo no optimizado para este mundo, ensamblado a partir de sistemas incompatibles. La vulnerabilidad a la luz solar y la necesidad de protección artificial sugieren que solo estamos parcialmente adaptados a la Tierra. Incluso nuestros cerebros son susceptibles a la ansiedad, la adicción y la violencia, y nuestra búsqueda de respuestas en las estrellas podría ser un recuerdo subconsciente de nuestros orígenes.
El Jardín
El Edén bíblico podría haber sido un laboratorio antes de ser un jardín, y una memoria antes de ser un mito. El árbol de la vida en el arte mesopotámico antiguo, flanqueado por seres alados y serpientes, representa un diagrama de poder, conocimiento codificado y programación divina. Enki era el guardián de los "mi", las leyes y los planos de la civilización. Se sugiere que Enki dio a la humanidad la capacidad de evolucionar más allá de su papel previsto, similar a la historia bíblica del árbol del conocimiento. La serpiente que ofrece la verdad podría ser Enki, y el árbol podría representar una actualización genética. Yahweh, el Dios que los desterró, podría ser Enlil, un ejecutor que vio este despertar como traición, ya que los Anunnaki querían que fuéramos obedientes y no tuviéramos conocimiento.
Las listas de reyes
Según textos antiguos, los humanos vivían siglos, incluso milenios, pero luego se impuso un límite. En el Génesis, se decreta que la vida humana se limitará a 120 años. Si fuéramos seres híbridos, esto tendría sentido: los primeros modelos vivían más, cerca de sus creadores, pero a medida que el control se endureció, los creadores impusieron límites temporales. La lista de reyes sumerios detalla reinados que duraron decenas de miles de años, no como números simbólicos, sino como ecos de un tiempo en que la vida operaba en una escala diferente. Después del diluvio, las vidas se acortaron. La lista de reyes egipcios cuenta una historia similar, con dioses, semidioses y espíritus que gobernaron Egipto durante miles de años antes de las dinastías de faraones. Los Anunnaki podían vivir decenas de miles de años terrestres, y los primeros humanos retuvieron parte de esa longevidad, pero con el tiempo se les quitó para ejercer control. Vidas más largas significaban una conexión más profunda con el pasado, mientras que vidas cortas significaban que el conocimiento se desvanecía y el experimento se reiniciaba.
Fallo del sistema
A pesar de los avances médicos, la vida útil máxima humana nunca ha superado los 120-125 años. Morimos porque estamos programados para hacerlo. Los telómeros, las tapas protectoras en los extremos de nuestros cromosomas, se acortan cada vez que una célula se divide, y cuando desaparecen, la célula deja de funcionar. Nuestros telómeros parecen construidos para unos 120 años de uso, después de lo cual ocurre un fallo del sistema. Si comenzamos como seres híbridos, los primeros humanos pueden haber tenido la longevidad de los Anunnaki, como se ve en el Génesis. Con el tiempo, ese código se degradó, las vidas se comprimieron y la mitad divina se desvaneció. Todavía llevamos rastros de ese ADN antiguo, pero el reloj que incrustaron ha estado contando desde entonces. El promedio de vida moderno ronda los 70-80 años, pero el límite sigue siendo el mismo, como si algo o alguien hubiera bloqueado el sistema.
Árbol de la vida
El árbol de la vida sumerio no tiene ramas extendidas, sino nodos, circuitos y puntos de conexión. Las figuras a su lado sostienen herramientas: una empuña una piña, símbolo de vida y control genético, y la otra, un cubo con una sustancia preciosa, una muestra o suero de creación. Encima, un disco alado observa, posiblemente una estación de monitoreo. Algunos dicen que las figuras son Abkallu, sabios antiguos mitad dios, mitad hombre; otros ven a Enki y Ninhersag, los genetistas del proyecto Anunnaki. El árbol era su registro de la operación. ¿Y si el árbol de la vida fuera un mapa literal del ADN? La hélice, la simetría, las cadenas gemelas, la chispa codificada y la secuencia de replicación se ven en la Cábala, la simbología egipcia e incluso en la glándula pineal. Algo dentro de nosotros se activó, se encendió y creció más allá de su programación. El árbol de la vida no fue un regalo, sino una tecnología de crecimiento controlado, y nosotros somos sus ramas.
El hombre pájaro
Hace 17,000 años, alguien dejó un mensaje en las paredes de una cueva: la cueva de Lascaux en Francia. Entre más de 600 animales pintados, hay una figura con forma humana pero con cabeza de pájaro en el "pozo del hombre muerto". ¿Quién era este hombre pájaro? ¿Por qué es la única figura humana en todo el sistema de cuevas? ¿Por qué la cabeza de pájaro? ¿Y por qué aparece en una escena que parece un ritual, quizás incluso una muerte o transformación? La mayoría de los arqueólogos ofrecen silencio o dicen que es simbólico o chamánico. Miles de años después, los sumerios tallaron a sus dioses en piedra, algunos humanos, otros con cabezas de pájaros. ¿Por qué un cazador de la Edad de Hielo en Francia pintaría el mismo ser, una entidad con cabeza de pájaro, en una cueva subterránea donde no llega la luz? ¿Eran estas figuras con cabeza de pájaro avatares bioingenierizados, símbolos de control genético o seres literales que no se parecían a nosotros?
¿Nos parecemos a ellos o ellos a nosotros?
Muchos de ellos fueron representados como hombres pájaro con alas. Personas que se parecen a nosotros empezaron a venir entre su planeta y la Tierra hace unos 450,000 años. ¿Por qué se parecen a nosotros? Nosotros nos parecemos a ellos. La Biblia, basada en los cuentos sumerios, dice que en algún momento se dedicaron a la ingeniería genética y mezclaron sus genes con los genes del Homo erectus, o con homínidos primitivos, para crear al Homo sapiens.
La gente lagarto
En la arqueología convencional, se acepta que las civilizaciones comenzaron en la antigua Mesopotamia con la gran civilización de Sumeria. Sin embargo, a principios del siglo XX, los arqueólogos que excavaban en Tel Al-Ubaid en Irak hicieron un descubrimiento inusual: artefactos de 7,000 años de antigüedad que representan figuras humanoides con rasgos reptilianos. La cultura Ubaid, una cultura prehistórica en Mesopotamia que data de entre 5,500 y 4,000 a. C., tiene orígenes desconocidos. Vivían en grandes asentamientos de aldeas en casas de adobe y habían desarrollado arquitectura, agricultura y riego. La arquitectura doméstica incluía casas grandes en forma de T, patios abiertos, calles pavimentadas y equipos de procesamiento de alimentos. Algunos de estos pueblos comenzaron a convertirse en ciudades, con templos y edificios monumentales en Eridu, Ur y Uruk, los principales sitios de la civilización sumeria. Los textos sumerios explican que Ur se creía que era la primera ciudad. El sitio principal donde se descubrieron los artefactos inusuales se llama Tel Al-Ubaid, aunque también se encontraron figurillas en Ur y Eridu. Las figurillas masculinas y femeninas se encontraron en diferentes posturas, la mayoría con cascos y algún tipo de acolchado en los hombros. Otras figurillas sostenían un bastón o cetro, posiblemente como símbolo de justicia y gobierno. Algunas figurillas femeninas sostienen bebés amamantando, con el niño también representado como una criatura tipo lagarto. Las figurillas tienen cabezas largas, ojos almendrados, caras largas y afiladas y una nariz tipo lagarto. Se desconoce lo que representan. Sus posturas no sugieren que fueran objetos rituales. El video pregunta qué representaban estos hombres lagarto de Ubaid y si estaban relacionados con los Anunnaki. El video señala que la serpiente era un símbolo importante utilizado en muchas sociedades para representar a varios dioses, como el dios sumerio Enki.
Créditos
El video concluye con una reflexión sobre la posibilidad de que existan civilizaciones más avanzadas en el universo.

