Resumen Breve
El video explora cómo los seres humanos son condicionados desde el nacimiento para permanecer en un estado de confusión y obediencia, sirviendo al "Dios de este mundo" (el demiurgo) en lugar de al espíritu. Se discute cómo la cultura, la educación y los medios de comunicación perpetúan esta ilusión, impidiendo el despertar espiritual. El video también aborda la inversión de valores, donde la verdadera luz es percibida como oscuridad y viceversa, manteniendo a la humanidad en un ciclo de engaño y esclavitud.
- El sistema del demiurgo utiliza la cultura y los medios para mantener a los hombres hipnotizados.
- Los padres y maestros transmiten inconscientemente esta confusión a las nuevas generaciones.
- La verdadera luz del "Dios incondible" es percibida como oscuridad por aquellos que están atrapados en la ilusión del demiurgo.
Introducción: La Anulación del Ser y la Estrategia de Confusión
El video plantea cómo los individuos son anulados desde su nacimiento y cómo el "Dios de este mundo" emplea una estrategia de confusión, mentira y engaño para ocultar la verdadera realidad. Se cuestiona si la "luz" que percibimos es en realidad la más profunda oscuridad y cómo se impide el despertar de los hombres, manteniéndolos en un estado de sonambulismo, trabajando como robots y desperdiciando oportunidades de evolución. Se describe la sensación de percibir a la humanidad como zombis al servicio de un fin ajeno al espíritu.
El Mundo como Maya: Ilusión y Obstáculo
Desde hace miles de años, los hindúes han sostenido que este mundo es "maya", es decir, engaño y pura ilusión. Para aquellos que observan con los ojos del espíritu, los apegos a este mundo representan un gran obstáculo que separa al hombre de la verdadera realidad. El sistema del demiurgo y sus atractivos son instrumentos de engaño diseñados para extraviar a los seres humanos. A este engaño se suma la cultura creada por el hombre al servicio del demiurgo.
La Cultura como Herramienta de Confusión
Cada estímulo cultural al que el hombre está continuamente expuesto tiende a mantenerlo en un estado de confusión y mansedumbre. Libros, revistas, diarios, cine, televisión y redes sociales son los medios utilizados por los representantes del demiurgo para mantener a los hombres hipnotizados y obedientes. De esta manera, continúan actuando como sonámbulos durante toda su vida, convirtiéndose en los perfectos zombis del demiurgo, sirviendo a lo que no corresponde al espíritu.
La Aniquilación del Espíritu desde el Nacimiento
Esta gran confusión es perpetuada por la cultura, transmitida inconscientemente por los padres a sus hijos y luego por los maestros en las escuelas. De esta manera, el hombre es aniquilado hasta en su menor atisbo del espíritu desde que nace. A través de castigos, amenazas y lavados de cerebro, se anula toda rebeldía, desobediencia, oposición y todo lo que provenga del espíritu en contra de este sistema. Generación tras generación, los hijos son transformados en máquinas de ciega obediencia, sin que los padres se den cuenta, formando así a los futuros esclavos del demiurgo.
La Confusión entre el Bien y el Mal
En medio de esta gran confusión, los hombres creen saber lo que es bueno y lo que es malo, y creen que al hacer lo que llaman "bueno" y evitar lo que llaman "malo", están cumpliendo con su deber. Sin embargo, no saben cuán confundidos están, que viven en el error y que continuamente se engañan a sí mismos y a los demás. Esto se debe a que están dormidos, les han lavado el cerebro y les han anulado el espíritu desde su nacimiento.
Luz y Oscuridad Invertidas
La mayoría de los hombres llama luz a lo que es verdadera oscuridad y a la luz verdadera la percibe como tinieblas. A todo lo satánico proveniente del demiurgo lo llaman bien, y a todo lo que proviene del Dios incondible lo llaman mal. Hay dos fuerzas opuestas actuando fuera y dentro del hombre: el Dios de este siglo y el incondible. El hombre está entre el alma y el espíritu. Toda la historia humana se puede explicar como la lucha entre la luz y la oscuridad, pero ¿qué luz y qué oscuridad?
La Luz del Demiurgo vs. La Luz Incondible
La mayoría de los seres humanos desconoce que pasa su vida luchando a favor del mal. Eso que los hombres llaman luz es la luz creada por el demiurgo, pues no conocen una luz superior a esa. Es la luz que proviene de su mundo, pero para el espíritu esta luz es una oscuridad insondable. Los hombres llaman luz a la oscuridad que proviene del demiurgo, llaman verdad a la gran mentira, al gran engaño. Sin embargo, hay otra luz, superior, inconcebible, inconnocible, la luz increada que proviene del reino del Dios verdadero y desconocido.
La Reacción a la Verdadera Luz
¿Qué ocurriría si esa luz del incondible irrumpiera en este universo? Los hombres se enceguecerían. No verían una luz, sino la noche oscura, porque sus ojos no están preparados para contemplar esa luz infinitamente pura y perfecta. Se asustarían, temiendo con razón ser destruidos por ella. Entonces, a esa luz la llamarían "el mal", la llamarían oscuridad, tal como ocurre con todo lo que es mirado con los ojos de lo impuro y no con los ojos del espíritu.
Conclusión: La Confusión Perpetua
Esta es la confusión entre oscuridad y luz, la misma confusión que hay entre el Dios de este mundo y el Dios inconocible, entre lo creado y lo increado, entre el alma y el espíritu. Por eso, sin saberlo, los hombres llaman luz a la oscuridad verdadera y a la verdadera luz la llaman oscuridad. La verdadera luz los dejaría ciegos, los destruiría. Si pudieran soportar su visión sin morir, solo verían una oscuridad sin nombre, porque estarían viendo la luz verdadera.

