Breve Resumen
Este video trata sobre cómo estructurar una rutina de práctica musical efectiva. Se enfatiza la importancia de definir objetivos claros, adaptar la rutina a las necesidades individuales y dividir las metas en actividades diarias manejables. Se presentan ejemplos prácticos para saxofonistas y guitarristas, destacando la necesidad de equilibrar la técnica, la teoría y el repertorio.
- Definir el perfil del músico y establecer objetivos concretos.
- Adaptar la rutina a las necesidades individuales, equilibrando rigidez y flexibilidad.
- Dividir los objetivos en actividades diarias manejables.
Intro
El video introduce la importancia de establecer una rutina de estudio para músicos, destacando que la constancia y la disciplina son clave para el progreso. Se anuncia que se discutirán enfoques para una rutina de práctica efectiva, actividades a incluir y cómo el autor personaliza su propia rutina.
Antes de la rutina
Antes de establecer una rutina, es crucial definir el perfil del músico que se aspira ser, ya sea un improvisador de jazz, un compositor popular o un cantautor. Este perfil debe desglosarse en habilidades específicas y objetivos concretos con plazos realistas y medibles. La rutina diaria debe diseñarse para acercar al músico a estos objetivos, ya sea componer canciones o dominar la armonía en un instrumento.
¿Por qué la rutina?
Algunas personas se benefician de rutinas rígidas, mientras que otras prefieren la flexibilidad. Sin embargo, es fundamental saber qué se va a practicar antes de comenzar. El poder del hábito es importante, y una rutina con horarios fijos facilita el cumplimiento de los objetivos a largo plazo. La rutina debe ser adaptable y cambiar según los objetivos se alcancen o se modifiquen. Es importante enfocarse en objetivos específicos y ajustar la rutina según sea necesario. La rutina debe acercarte a tus objetivos.
Tipos de actividades
Las actividades en la rutina deben depender del perfil musical. Un flautista clásico estudiará de forma diferente a uno de jazz, aunque ambos compartirán el estudio de la técnica y el sonido. Se presenta el caso de "Juanito", un saxofonista que busca mejorar en música popular y jazz. Sus fortalezas son la intuición musical y el ritmo, pero necesita mejorar en teoría, armonía y entrenamiento auditivo. Se propone una rutina con tres áreas: instrumento, teoría y oído.
Para Juanito, la rutina de instrumento debe incluir calentamiento, estudio de escalas (lineales, en zigzag, libres), y práctica de repertorio. En teoría, debe seguir un curso básico y aplicarlo al instrumento. Para el oído, se sugiere usar aplicaciones para reconocer intervalos y entonar melodías.
Se presenta el caso de "Luchito", un guitarrista enfocado en la composición. Se recomienda un estudio de acordes serio, trabajando con tríadas, inversiones y progresiones comunes. Luchito debe aplicar estos conceptos a canciones, explorando diferentes inversiones y voicings. En composición, debe desarrollar consignas específicas y no desviarse del foco principal.
Ordenar un bloque
Las actividades deben separarse en bloques dentro de la semana. Es preferible que sobre tiempo a que falte. Es importante tener un bloque de organización para planificar las actividades de cada día.
Ejemplo de cómo lo hago yo
El autor muestra cómo utiliza Asana para organizar su estudio, dividiendo las tareas en "backlog" (cosas por hacer), tarea principal (canción en práctica) y ejercicios mecánicos. Asigna subtareas a cada día y ajusta la planificación según su progreso.
Conclusiones
Organizarse es clave para multiplicar los resultados. Dedicar tiempo a planificar la rutina es más efectivo que practicar sin un plan. Se invita a los interesados en la composición a unirse al círculo de creadores en crecientepunto.net.