Breve Resumen
El video trata sobre la historia y el significado de la Mansión Seré, un centro clandestino de detención durante la dictadura militar en Argentina. Se explora la importancia de preservar la memoria histórica, buscar justicia para las víctimas y transformar lugares de horror en espacios de vida y reflexión.
- La Mansión Seré fue un centro de tortura y detención ilegal durante la dictadura militar argentina.
- Se busca mantener viva la memoria de las víctimas y promover la justicia, no la venganza.
- El proyecto de recuperación incluye excavaciones arqueológicas y la creación de un espacio para la memoria y la vida.
- Testimonios de sobrevivientes revelan detalles sobre la ubicación, el funcionamiento y el horror vivido en la mansión.
- La comunidad juega un papel crucial en la definición del futuro del sitio, buscando equilibrar la memoria con la promoción de actividades positivas.
Introducción al Proyecto de Recuperación de la Mansión Seré
El video inicia presentando el proyecto para mantener viva la memoria de lo ocurrido en la Mansión Seré, un centro clandestino de detención durante la dictadura militar argentina. El objetivo es que este lugar sirva como ejemplo para que tales atrocidades no se repitan. Se busca justicia para los culpables dentro del marco de la ley, ofreciéndoles el derecho a defenderse, algo que las víctimas no tuvieron. Se destaca la importancia de recordar lo que fueron capaces de hacer los militares y otros responsables de las muertes.
Historia de la Mansión Seré
La Mansión Seré era una casa de dos plantas de finales del siglo XIX, con construcciones más modernas anexadas que servían como cuartos de tortura. La comida para los cautivos a veces provenía de la Séptima Brigada Aérea, según el testimonio de un cocinero de la brigada. En 1976, el intendente de la dictadura cedió la propiedad a la Séptima Brigada Aérea, convirtiéndose en un centro clandestino de detención hasta 1978. Tras la fuga de cuatro jóvenes, la casa fue dinamitada y quemada, trasladando a los detenidos a otros lugares.
El Predio Después de la Destrucción
Después de la destrucción parcial de la Mansión Seré, la gente del barrio comenzó a transitar por el jardín, creando un atajo. La entrada principal estaba sobre un costado con una ochava y tres escalones de mármol. Dentro, había una escalera que conducía al piso superior, donde se distribuían las habitaciones, la cocina y los baños. Un sobreviviente recuerda que en el piso superior había numerosas habitaciones con pisos y guardas de madera, y que el olor característico era a humedad.
La Destrucción del Polideportivo y la Recuperación de la Memoria
Durante el gobierno democrático de 1985, se decidió construir un polideportivo en el predio, destruyendo las estructuras que aún estaban en pie, a excepción del portón de entrada y el tanque de agua. En contraste, en Alemania se han mantenido los campos de concentración como museos, con programas educativos obligatorios para jóvenes. En Argentina, recién ahora, 30 años después, se están tomando medidas similares para recordar y aprender de la historia.
La Importancia de la Memoria y la Vida en el Espacio Recuperado
Se busca transformar la Mansión Seré, un lugar de horror, en un espacio de memoria y vida, donde la gente pueda corroborar los hechos históricos. Se compara con otros países que han preservado lugares de crímenes nazis para que las nuevas generaciones conozcan la historia. Se defiende la idea de que en el mismo lugar donde se atormentó a ciudadanos argentinos, hoy haya jóvenes jugando y haciendo deporte, como una reafirmación de la vida.
Iniciativas para la Recuperación de la Mansión Seré
Durante el gobierno de la Alianza, se tomó la iniciativa de recuperar la Mansión Seré para resguardar la memoria histórica del lugar. Se busca realizar un trabajo de arqueología en la parte que ocupó la casa, donde no hay estructuras modernas que impidan la excavación. El objetivo es convertir el sitio en un museo permanente para el recuerdo y como un hito de la lucha por la libertad y contra el terrorismo de estado.
Objetivos del Proyecto de Recuperación
El objetivo principal es recuperar las estructuras originales y convertir el lugar en un centro de interpretación donde la gente pueda entender lo que pasó allí. Se busca que esto se convierta en patrimonio histórico con un alto valor simbólico a nivel municipal y nacional. Durante las investigaciones se encontraron carozos de durazno, que un sobreviviente asocia con un gesto de humanidad de un guardia que le ofreció duraznos para calmar la sed después de las torturas.
La Importancia de la Memoria para las Nuevas Generaciones
Se enfatiza la necesidad de que las nuevas generaciones conozcan lo que ocurrió en Argentina para que nunca más vuelva a suceder. Es importante hacer memoria, conservar la memoria, recordar lo sucedido y explicarlo a las nuevas generaciones. Se busca utilizar la memoria de los hechos para gestar un plan de vida mejor, combinando la transmisión de la historia con alternativas para manifestar la alegría en la vida, como los campos de deportes.
Reconstrucción y Significado del Lugar
Se destaca la importancia de reconstruir la casa de la Mansión Seré para poder explicar de forma más clara y gráfica lo que sucedió allí. El título "Memoria y Vida" resume acertadamente lo que es este lugar: un predio donde sucedieron hechos aberrantes que forman parte de la historia del país. Lo que sucedió en la época del proceso militar fue la condición de posibilidad para el plan de saqueo económico que siguió después.
Investigación Arqueológica en la Mansión Seré
El objetivo teórico es que el "nunca más" sea una realidad. En la práctica, se busca desenterrar los cimientos que están de acuerdo con el estudio hecho por el georradar, para que sirva como recuerdo viviente de lo que fue un centro clandestino de muerte y torturas. Se están encontrando ciertas cosas cerca del sótano y en el tanque de agua, aunque todo esto está en el terreno de la conjetura. La búsqueda se centra en las instalaciones materiales, no en cuerpos.
Técnicas de Investigación No Destructivas
Se aplica la técnica del georradar, que utiliza ondas electromagnéticas para enviar pulsos al subsuelo y analizar las reflexiones. Esto permite identificar cimientos, fundaciones enterradas, cambios de suelo u obstáculos. Se delimita el área topográficamente y se realiza una cuadrícula con barridos longitudinales y transversales. Se busca el cimiento de la antigua Mansión Seré, que se estima que tenía forma de L alrededor de dos palmeras que aún existen.
Hallazgos y Expectativas en las Excavaciones
Se están destapando la terraza, el patio trasero y la parte delantera de la casa, descubriendo un piso de entrada importante, muros exteriores y el comienzo del sótano. Se espera seguir avanzando en el sótano, que parece ser una de las estructuras más enteras. Se busca trabajar con la comunidad para definir el futuro del lugar, culminando la primera etapa de despeje de la estructura principal, ingresando a la estructura menor y trabajando sobre los pozos y posibles túneles.
Los Pioneros y el Miedo Persistente
Sara y Jaime Steimberg, padres de un hijo desaparecido, son pioneros en la lucha por los derechos humanos y la recuperación de la memoria. El miedo impregnado en la gente desde la época de la dictadura aún persiste. Se reconoce que el miedo es natural, pero se supera con la militancia, la comprensión y el objetivo de mantener vivo el recuerdo de lo ocurrido.
La Desaparición como Crimen
Se describe la desaparición de personas como la "muerte argentina", un crimen terrible que deja a los familiares en la ignorancia sobre el destino de sus seres queridos. Se cita el cinismo del teniente general Videla al responder a periodistas extranjeros que los desaparecidos no estaban ni muertos ni vivos, sino desaparecidos. Este término quedará desgraciadamente en la historia de los genocidios.
Testimonio de un Sobreviviente: Secuestro y Traslado a la Mansión Seré
Un sobreviviente relata su secuestro en 1977 por un grupo de operaciones de la fuerza aérea y su traslado a la Mansión Seré. Describe cómo lo sacaron de su casa, lo esposaron y lo llevaron en una camioneta, dándole vueltas para que perdiera la orientación. A pesar de la confusión, logró deducir que estaba secuestrado en las inmediaciones de la zona oeste.
Ubicación y Condiciones de Detención
El sobreviviente explica cómo, a través de diversos datos y observaciones, pudo determinar que se encontraba en la zona de Castelar, cerca de la villa, donde se escuchaba el tren. Recuerda que lo trajeron por un camino de pastizales y barro, y al bajar de la camioneta, supo que estaba en un lugar descampado. Al entrar en la casa, sintió el contacto de un piso de madera y la sensación de estar en una casa antigua.
La Vida Cotidiana en la Mansión Seré
Los guardias, sin saberlo, revelaban información sobre el funcionamiento de la casa. Algunos prisioneros eran obligados a realizar tareas domésticas, lo que les permitía conocer la distribución de la casa. A través de la cocina, se enteraron de que la base se comunicaba con "Atila", el nombre de guerra de la casa. La Séptima Brigada Aérea de Morón era la que determinaba los grupos de guardias y la patota que actuaba en las torturas.
Torturas e Interrogatorios
El método estándar de interrogatorios incluía picana eléctrica y castigos físicos recurrentes. La patota, liderada por un jefe con conversación de universitario, se encargaba de los interrogatorios, las torturas y de llevar a los prisioneros para ser liberados o asesinados. El continuo taconear por los pasillos generaba un clima de terror e incertidumbre.
La Deshumanización y la Resistencia
Un sobreviviente relata cómo los torturadores llegaban a quemar a los prisioneros con cigarrillos y se enojaban si no gritaban. Se dio cuenta de la repulsión que creaba intentar dar lástima y decidió hacer todo lo contrario. Esta actitud influyó en la decisión de fugarse, ya que sentía que no podía soportar seguir esperando a ver qué pasaba.
Planificación y Preparativos para la Fuga
Guillermo Fernández y el sobreviviente sentían que debían fugarse, mientras que los otros dos compañeros preferían esperar. Tras encontrar un clavo, planearon abrir la ventana y usar mantas para descender. Realizaron un ensayo general y descubrieron que la persiana exterior estaba atada con un cable de plancha, que pensaban usar para hacer un puente eléctrico en un auto y escapar.
La Noche de la Fuga
La noche del 24 de marzo de 1978, Guillermo y el sobreviviente se desataron y se levantaron de las camas. A pesar de la oposición de los otros dos compañeros, decidieron imponer la fuga. Tras abrir la ventana y desatar el cable de plancha, ataron las frazadas y comenzaron a descender. Uno de los compañeros, tamburrini, bajó primero y cayó al vacío.
Escape y Búsqueda de Ayuda
Tras descender, los cuatro huyeron a través del campo. En la calle, intentaron robar coches sin éxito. Decidieron separarse y buscar ayuda por separado. Guillermo tocó el timbre de una casa vecina y pidió ayuda, logrando que una señora le diera un pantalón y algo de dinero. Luego, se dirigió a la casa de un tío.
Ayuda y Escape Definitivo
Guillermo llamó al padre de uno de los compañeros que habían quedado en el garage. El padre fue a buscarlo y lo sacó de la zona. El sobreviviente, por su parte, se dirigió a la casa de sus abuelas. A los pocos días, llamó a la señora que le había ayudado y le contó que su hijo estaba detenido.
Consecuencias de la Fuga y Destrucción de la Mansión Seré
Siete días después de la fuga, la Mansión Seré fue destruida. El sobreviviente se refugió en casas de amigos y conocidos, y luego se exilió en Uruguay y Brasil, donde pidió asilo político. Finalmente, se radicó en Francia.
Vida Después de la Mansión Seré
En Francia, el sobreviviente conoció a otros argentinos y comenzó a hacer títeres en el metro para sobrevivir. Esta actividad se convirtió en su profesión. Años después, se reencontró con algunos de sus compañeros de cautiverio durante el juicio a la junta.
Liberación y Exilio
El sobreviviente relata cómo fue liberado de la Mansión Seré y amenazado para que no contara nada de lo que había vivido. A pesar del miedo, logró exiliarse y rehacer su vida.
Reconstrucción Personal y Legado
El sobreviviente siente que está en paz con su historia y que el día de la fuga logró lo que más le importaba: salir de ese lugar. Considera que no fue una víctima, sino que se tomó su revancha. La fuga fue un acto de coraje civil y una demostración de que el ser humano nunca resigna su ansia de libertad.
