Breve Resumen
Este video explora la conexión entre el cristianismo y el judaísmo, argumentando que el cristianismo es una continuación del culto del Primer Templo en lugar de una rama del judaísmo del Segundo Templo. Se comparan las creencias y prácticas de ambos templos con el cristianismo, destacando similitudes en la oración, la angelología, la concepción del reino de Dios y el sacrificio expiatorio.
- El cristianismo comparte similitudes con el culto del Primer Templo, como la oración hacia el oriente y la creencia en la transformación de humanos en ángeles.
- Conceptos centrales del cristianismo, como la figura de Melquisedec y el sacrificio expiatorio, tienen raíces en el Primer Templo.
- El Nuevo Testamento refleja una crítica al Segundo Templo y una visión de restauración del Primer Templo.
Introducción
El video introduce una serie sobre el origen y la corrupción de la religión judía. En esta tercera parte, se examina un movimiento judío que buscaba recuperar su antigua religión después de siglos de opresión y la influencia de otros imperios. Se plantea la hipótesis de que este movimiento, el cristianismo, buscaba reemplazar las creencias del Segundo Templo para reinstalar las del Primer Templo. Se comparan las creencias del Primer Templo con el cristianismo y se argumenta que la religión del Segundo Templo no es una reforma de la primera, sino una religión separada.
El Cristianismo y el Judaísmo: Una Relación Compleja
Durante siglos, los estudiosos han intentado comprender cómo encaja el cristianismo en el contexto de la religión judía. Aunque el cristianismo es un movimiento judío con Jesús y sus seguidores observando la ley judía, existen diferencias teológicas significativas con el judaísmo del Segundo Templo. Los cristianos no comparten prácticas como el Sabbath o las fiestas judías, y su Mesías es un ser divino, a diferencia del Mesías humano esperado en el Segundo Templo. Algunos grupos cristianos han intentado distanciarse del judaísmo, mientras que los judíos consideran a los cristianos como herejes. El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto reveló que los cristianos utilizaban versiones más antiguas de las escrituras, preservando la tradición original.
El Primer Templo y el Cristianismo: Similitudes Doctrinales
Se exploran las similitudes entre la religión del Primer Templo y el cristianismo. Una de ellas es la práctica de orar mirando al oriente, un mandamiento no escrito de la Iglesia, similar al culto al sol en el Primer Templo. Además, Jesús menciona en Lucas que los humanos serán como ángeles en la resurrección, una creencia del Primer Templo que contrasta con las doctrinas del Segundo Templo. La costumbre cristiana de persignarse con el símbolo de la cruz también tiene raíces en el Primer Templo, específicamente en la letra Tao del antiguo alfabeto hebreo.
El Reino de Dios y la Figura de Melquisedec
Los primeros cristianos creían en la posibilidad de convertirse en ángeles y en la llegada del reino de Dios a la Tierra, transformando el cosmos. Esta visión, reflejada en la oración del Padre Nuestro, era compartida por los judíos del Primer Templo, pero no por los del Segundo Templo. La figura de Melquisedec, el sumo sacerdote de la religión de Elelielón, es otro concepto importante compartido por el Primer Templo y el cristianismo. A diferencia del sacerdocio de Aarón del Segundo Templo, el sacerdocio de Melquisedec era más antiguo y representaba la encarnación de Dios en un rey sacerdote. Los cristianos identificaban a Jesús con Melquisedec, una idea presente en los Rollos del Mar Muerto.
El Segundo Templo y su Destrucción
El libro de Apocalipsis refleja la alegría de los cristianos por la destrucción del Segundo Templo, vista como una restauración del Primer Templo. La Nueva Jerusalén descrita en Apocalipsis está llena de elementos del Primer Templo, como el oro, el trono de Dios, las 12 piedras preciosas y el río de la vida. Jesús profetizó la destrucción del Segundo Templo y su reconstrucción en tres días, refiriéndose al templo espiritual, es decir, a sí mismo. La historia del Edén se interpreta como una representación del exilio de los judíos del Primer Templo por los del Segundo Templo, y el regreso de los primeros a su templo en Cristo.
El Sacrificio Expiatorio: Una Perspectiva del Primer Templo
La Eucaristía no tiene sentido como continuación de la Pascua del Segundo Templo, ya que el canibalismo es ajeno al ritual judío. Sin embargo, en el Primer Templo se comía la piel de la cabra sacrificada como sustituto de Jehová. El mensaje cristiano de que un hombre expía los pecados del mundo entero no proviene del Segundo Templo, sino del papel del sumo sacerdote en el Primer Templo, quien expiaba los pecados del pueblo. La Santa Cena cristiana es una mezcla de rituales del Primer Templo, como cargar la sangre y comer el pan sagrado.
Jesús y el Ritual del Sacrificio
Los evangelios muestran a Jesús participando en un ritual similar al sacrificio del rey en el Antiguo Oriente Medio. Se le quita su ropa, se le pone una ropa vieja y sucia, se le corona y se burlan de él, simbolizando la humillación de Dios. Este sacrificio buscaba la renovación de la creación, una esperanza compartida por Pablo en Romanos 8. En el Primer Templo, el sumo sacerdote era ungido con aceite de mirra mientras encendía el incienso, elementos que también recibe Jesús. El sacrificio del Primer Templo se centraba en el sumo sacerdote, Jehová, el primogénito del Dios Altísimo, cuyo sustituto era una cabra.
El Sustituto de Asacel: Jesús y Barrabás
El sacrificio de Jesús se interpreta como un elemento tomado del Primer Templo, donde Jesús es Jehová encarnado sacrificándose para renovar la creación. Barrabás, cuyo nombre significa "hijo del Padre", es presentado como el sustituto de Asacel, idéntico a Jesús. Dos hombres con el mismo nombre, uno bueno y sacrificado por la restauración del mundo, y el otro liberado. Este ritual, reenactuado en el cristianismo, es una continuación del sacrificio y la expiación del Primer Templo, evidenciando el disgusto por el Segundo Templo y las similitudes doctrinales con el primero.

