Resumen Breve
El video explora los orígenes de Jehová, argumentando que las evidencias sugieren que no es quien tradicionalmente se cree. Se examinan inscripciones antiguas, textos bíblicos y contextos culturales para proponer que Jehová tiene raíces como un dios volcánico y metalúrgico asociado con tribus nómadas del sur del Levante y Arabia.
- Jehová podría tener orígenes en un dios volcánico y metalúrgico.
- Los quenitas y madianitas jugaron un papel crucial en la difusión del culto a Jehová.
- La inscripción egipcia del faraón Amenhotep III ofrece una de las menciones más antiguas de Jehová.
Introducción
El video presenta una perspectiva alternativa sobre los orígenes de Jehová, desafiando las creencias tradicionales. Se basa en evidencia histórica y bíblica para argumentar que Jehová no es el Dios que se cree comúnmente. En la primera parte del video, se tocaron los puntos básicos y fundamentales sobre los orígenes de Jehová, su evolución dentro del panteón cananeo, su rivalidad con el Dios Baal Hadad, la identidad de sus consortes, su ascenso al Trono del Dios altísimo de Israel, la identidad de sus padres y sus hermanos y su apropiación de los atributos del Dios zoroastriano ahuramazda.
La mención más antigua de Jehová
La mención más antigua de Jehová se encuentra en una inscripción egipcia del siglo XIV a.C., durante el reinado del faraón Amenhotep III. Esta inscripción se refiere a "la tierra de los shasu de Yahweh" aludiendo a los enemigos de Egipto. Esta referencia es crucial para investigar los orígenes de Jehová.
Jehová como Dios Volcánico
El video explora las características de Jehová como un dios volcánico, basándose en descripciones bíblicas del Éxodo y Deuteronomio. En Deuteronomio 4:11-12, se describe a Jehová en un contexto de fuego, humo, nubes negras y oscuridad densa en una montaña, lo que sugiere la imagen de un volcán. Jueces 5:5 también menciona montañas temblando ante el Señor, reforzando esta idea. Eruditos han considerado la posibilidad de que Jehová tenga orígenes en los volcanes de Arabia, localizándolo al sur de Edom.
Moisés y los Madianitas
Éxodo 3:1-2 describe el encuentro de Moisés con Jehová en la región de Madián, donde ve una zarza ardiente en el monte Horeb (Sinaí). Moisés estuvo 40 años en Madián, tiempo durante el cual pudo haber conocido y adoptado las creencias religiosas de los madianitas, incluyendo su dios, Jehová. Jueces 1:16 identifica a Jobab (Jetro), suegro de Moisés, como un quenita, lo que añade otra capa a la comprensión de los orígenes de Jehová.
Los Quenitas y la Metalurgia
Los quenitas eran una tribu especializada en el trabajo de metales, y su ancestro, Caín, es asociado con la metalurgia en Génesis 4. Los quenitas, incluyendo a los madianitas, pudieron haber esparcido el culto a Jehová por el sur del Levante y Arabia. Su conexión con un dios volcánico es lógica, ya que históricamente los dioses volcánicos son adorados por pueblos que trabajan los metales, convirtiendo a Jehová en un dios metalúrgico.
Evidencia Bíblica Adicional
Éxodo 19:18-19 describe el monte Sinaí cubierto de humo, fuego y temblores, con un sonido de trompeta, lo que refuerza la imagen de Jehová como un dios asociado con volcanes. Varios textos, como Jueces 5:4, Deuteronomio 33:2, Salmo 68:8 y Habacuc 3:3, coinciden en que Jehová proviene del sur, describiéndolo con imágenes volcánicas y mencionando lugares ricos en minerales metálicos.
Visiones Proféticas y Metalurgia
Zacarías 1:18 menciona cuatro cuernos y cuatro herreros enviados por Jehová, mientras que Zacarías 6 describe carros de guerra saliendo de una montaña de bronce, sugiriendo que el origen de Jehová está ligado a la minería de metales. Isaías 31:9 habla del fuego de Jehová en Sion y su horno en Jerusalén, y Ezequiel 1:4 describe una visión de un viento huracanado con fuego y un metal refulgente, reforzando la imagen de Jehová como un horno gigante o volcán.
Conexión con los Shasu
La inscripción del faraón Amenhotep III, que menciona "la tierra de los shasu de Yahweh", es crucial. Los shasu eran nómadas del sur del Levante, específicamente de la región de Madián, lo que sugiere un contacto con los quenitas. Esta inscripción, que data del siglo XIV a.C., proporciona una ventana a los orígenes de Jehová como un dios metalúrgico y volcánico que se introdujo en Canaán y eventualmente se convirtió en el Dios supremo de Israel.
