Breve Resumen
El video trata sobre la vida de Alexandra David-Néel, una exploradora, escritora y orientalista que investigó el fenómeno de los tulpas. Se destaca su viaje al Tíbet, sus experiencias místicas y la creación de su propio tulpa, un monje imaginario que se volvió incontrolable.
- Alexandra David-Néel fue una figura multifacética: orientalista, cantante de ópera, periodista, exploradora, anarquista, budista y escritora.
- Viajó extensamente por Asia, practicó sexo tántrico y fue investida lama budista.
- Creó un tulpa que se rebeló, lo que la llevó a una ardua tarea mental para eliminarlo.
Introducción a Alexandra David-Néel y los Tulpas
El video introduce el concepto de tulpa como un ser o entidad creada por el poder de la mente, alimentada por la creencia y la energía de una persona. Se diferencia de un egregor, que se forma con la energía de múltiples personas. La figura central del video es Alexandra David-Néel, una mujer francesa que investigó los tulpas. Se describe a David-Néel como una orientalista, cantante de ópera, periodista, exploradora, anarquista, espiritualista budista y escritora franco-belga, autora de más de 30 libros sobre religiones orientales y sus viajes.
Viajes y Primeros Años de Exploración
Alexandra David-Néel viajó por Asia durante décadas, realizando retiros espirituales en cuevas del Himalaya y practicando sexo tántrico. Fue investida lama budista en el Tíbet y se convirtió en la primera occidental en llegar a la ciudad de Lhasa en 1924. En 1911, se despidió de su marido para emprender un viaje de 18 meses a Egipto, Ceylán, India, Nepal y el Tíbet, que se extendió por 14 años. Su espíritu viajero chocaba con la monotonía matrimonial, lo que la llevó a no tener hijos y a buscar experiencias en Oriente.
Inmersión en el Misticismo Oriental
David-Néel se instaló en Calcuta y se acercó a congregaciones hinduistas, donde practicó con faquires y aprendió a acostarse en una cama de clavos. Participó en rituales de sexo tántrico y estudió filosofía en la escuela de sánscrito en Benarés. En Sikkim, conoció al Dalai Lama, quien le sugirió estudiar tibetano. En un monasterio, un ermitaño le reveló el misterio de la telepatía. Alexandra se dedicó al estudio y aprendió tibetano, siendo iniciada en la práctica del tumbo, una técnica para generar calor interno en climas fríos.
Relación con su Marido y Reconocimiento en Oriente
Alexandra mantuvo una relación epistolar con su exmarido, quien administraba sus propiedades en Francia para financiar sus viajes. Ganó reconocimiento en los ambientes budistas de Tíbet, India y Nepal, recibiendo el nombre de Tome, que significa lámpara de la sabiduría. En India, conoció a Apurone, un monje de 15 años que se convirtió en su asistente, traductor, compañero de viaje e hijo adoptivo. Juntos, se instalaron en una cueva en los Himalayas para meditar y prepararse para llegar a Lhasa, la capital del Tíbet, prohibida para los occidentales.
Viaje Épico al Tíbet y Experiencias Místicas
David-Néel y Apurone intentaron entrar al Tíbet, pero fueron expulsados por los colonialistas ingleses. En 1916, viajaron por Japón, Corea, China y Mongolia, haciendo un retiro espiritual de tres años en el monasterio chino tibetano de Kumbum. En 1921, retomaron su viaje a Lhasa, una travesía épica que duró tres años. En el camino, se encontraron con un longon, un monje en trance que corría a gran velocidad.
Creación y Desaparición del Tulpa
La experiencia mística más destacada de David-Néel fue la creación de un tulpa, un ser imaginario que se proyecta en la realidad. A pesar de las advertencias sobre su peligrosidad, creó un monje bajito y gordito. Sin embargo, el tulpa se rebeló, volviéndose tosco y molesto, lo que la llevó a eliminarlo de su mente en un proceso que duró seis meses.
Llegada a Lhasa y Regreso a Francia
Después de eliminar el tulpa, David-Néel y Apurone continuaron su viaje y finalmente entraron en Lhasa en 1924, convirtiéndose en la primera mujer occidental en lograrlo. En 1925, regresó a Francia con Apurone y se instaló en una casa en los Alpes, donde escribió sobre sus experiencias. En 1937, volvió a viajar por una década más y, en 1946, regresó a Francia como lama tibetana, dando conferencias y escribiendo libros sobre orientalismo.
