Resumen Breve
Este video explora la historia de la contabilidad desde sus orígenes hasta la era contemporánea. Destaca cómo la necesidad de registrar y controlar las actividades económicas ha impulsado la evolución de la contabilidad a través de las diferentes edades, desde los métodos primitivos de registro en tablillas de barro hasta el desarrollo de la partida doble y las escuelas contables modernas.
- Orígenes de la contabilidad se remontan a las civilizaciones antiguas que necesitaban registrar operaciones económicas.
- La Edad Media consolidó el uso de monedas como el solidus para facilitar las transacciones internacionales y la registración contable.
- Fray Lucas de Paciolo es reconocido por su obra "Tractus XI", que detalla el sistema de partida doble y las prácticas comerciales.
- La Edad Contemporánea vio el surgimiento de escuelas contables y la adaptación de la contabilidad a los avances tecnológicos y las necesidades económicas modernas.
Introducción a la Historia de la Contabilidad
La contabilidad ha sido esencial a lo largo de la historia para mantener el orden en los aspectos económicos. Desde el uso de métodos elementales hasta prácticas avanzadas, la contabilidad permite generar información sobre los recursos y evaluar el cumplimiento de los objetivos trazados por personas y empresas. Su evolución se remonta a las civilizaciones antiguas, que utilizaban operaciones aritméticas rudimentarias y unidades de tiempo para llevar un control de sus actividades económicas. La creación de la moneda facilitó el intercambio y manejo de estas operaciones, consolidando la contabilidad como una práctica tan antigua como la humanidad misma.
Edad Antigua (6000 a.C. - Siglo V d.C.)
En el año 6000 a.C., la escritura, los números y los conceptos económicos como la propiedad y la unidad de medida de valor fueron elementos clave para el desarrollo de las actividades contables. La tablilla de barro de Mesopotamia es el testimonio contable más antiguo. En Babilonia, alrededor del 5400 a 3200 a.C., se originaron las primeras organizaciones bancarias en el templo rojo, donde se recibían depósitos y ofrendas con intereses. En Grecia, las leyes obligaban a los comerciantes a llevar libros para registrar sus operaciones. En Egipto, los faraones empleaban escribanos para anotar los ingresos y gastos del soberano. El código de Hammurabi también menciona la práctica contable. En Roma, se utilizaban tablillas de marfil para registrar información contable, y se llevaban libros como el "adversaria" y el "códex" para registrar ingresos y gastos, así como detalles de las operaciones.
Edad Media (Siglo V - Siglo XV)
Durante los siglos VI al IX, el solidus de oro emitido en Constantinopla se convirtió en la moneda más aceptada en las transacciones internacionales, facilitando la registración contable. Ciudades italianas como Génova y Florencia alcanzaron un alto desarrollo contable. En 1171, un notario genovés distribuyó beneficios de una asociación comercial basándose en el saldo de ingresos y egresos. En Florencia, desde 1211, se conservan cuentas llevadas por un comerciante anónimo con un método peculiar que dio origen a la escuela Florentina. En Génova, se utilizaban términos clásicos y asientos cruzados, llevando una cuenta de pérdidas y ganancias. En 1327, se tiene noticia del primer auditor, cuya misión era vigilar y cotejar el trabajo de los "sasi" y conservar un duplicado de los libros. Entre 1366 y 1400, los libros de Francesco Datini muestran una contabilidad por partida doble que involucra cuentas patrimoniales.
Edad Moderna (Siglo XV - Siglo XVIII)
Benedeto Cotrugli Rangeo es considerado un pionero en el estudio de la partida doble, autor de "Della Mercatura et del Mercante Perfetto". En este libro, terminado en 1458 y publicado en 1573, se establece la identidad de la partida doble y se señala el uso de tres libros: cuaderno mayor, giornale (diario) y memorial (borrador). Fray Lucas de Paciolo, nacido en 1445, es reconocido como el más grande autor de su época. En 1494, publicó "Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalita", que incluye el "Tractatus XI" sobre contabilidad. Paciolo consideraba que la contabilidad requería conocimiento matemático y detalló el sistema de partida doble, las prácticas comerciales, el inventario, el memorial y el giornale. El expansionismo mercantilista llevó la contabilidad por partida doble a América, aunque ya existían actividades contables en la América precolombina.
Edad Contemporánea (Siglo XIX - Actualidad)
A partir del siglo XIX, la contabilidad experimentó modificaciones significativas debido a especulaciones sobre la naturaleza de las cuentas, dando lugar a escuelas como la personalista, del valor, abstracta, jurídica y positivista. Se inició el estudio de principios contables para solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de medida de valor, introduciendo conceptos como depreciaciones, amortizaciones, reservas y fondos. La Revolución Francesa, la Revolución Industrial y la filosofía individualista sentaron las bases para el resurgimiento del comercio en Europa y la tecnificación de la contabilidad. En 1795, Edmond de Granges distinguió entre cuentas deudoras y acreedoras, y cuentas que representaban al propietario. En Estados Unidos, a partir de 1895, se llevaron a cabo inventos e innovaciones tecnológicas en la industria y la agricultura, y la contabilidad se institucionalizó como actividad académica y gremio profesional. En Europa, surgieron agremiaciones similares. En 1893, comenzó a regir el código mercantil regulador de la práctica contable. El sistema de enseñanza académica se racionalizó, y se originó el diario mayor único, la mecanización y la electrónica contable, incluyendo nuevas técnicas relacionadas con los costos de producción.
Conclusión
Desde las primeras civilizaciones hasta la actualidad, la contabilidad ha evolucionado a través de cuatro etapas marcadas: la Edad Antigua, donde se desarrollaron métodos primitivos de registración; la Edad Media, con la consolidación del solidus como moneda de transacción internacional; la Edad Moderna, con la obra de Fray Lucas de Paciolo y la difusión de la partida doble; y la Edad Contemporánea, con la creación de escuelas contables y la adaptación a los avances tecnológicos.

