Resumen Breve
El video explora la identidad de Jesús en el Nuevo Testamento, centrándose en los títulos que se le atribuyen y el "secreto mesiánico" durante su ministerio. Se analiza la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, donde reconoce a Jesús como el Cristo, el Hijo del Dios viviente, y la posterior instrucción de Jesús a sus discípulos de no revelar su identidad. También examina la importancia del título "Hijo del Hombre" y cómo Jesús corrige la visión distorsionada del Mesías como un rey político.
- Jesús es la figura central del Nuevo Testamento, cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento.
- El título "Cristo" (Mesías) es el más frecuente en el Nuevo Testamento.
- Jesús prefiere el título "Hijo del Hombre", que denota autoridad divina y juicio celestial.
- La confesión de Pedro en Cesarea de Filipo es un momento crucial, pero seguida por la orden de Jesús de mantenerlo en secreto.
Jesús en el Nuevo Testamento
Jesús es la figura central del Nuevo Testamento y de todas las Escrituras, cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento. El título "Jesucristo" es una combinación de su nombre y el título "Cristo", que corresponde a "Mesías" en el Antiguo Testamento. "Cristo" es el título más frecuente dado a Jesús en las Escrituras, representando la antigua confesión de fe de la comunidad del Nuevo Testamento.
El Secreto Mesiánico
Durante su ministerio público, Jesús muestra una vacilación a identificarse como el Mesías, un fenómeno conocido como el "secreto mesiánico". Prefiere el título "Hijo del Hombre", que, aunque es el tercer título más común, es el que más usa para referirse a sí mismo. Esto se debe a que la gente esperaba un Mesías como rey político y líder militar, una visión distorsionada que Jesús quería evitar.
La Confesión de Cesarea de Filipo
En Cesarea de Filipo, Jesús pregunta a sus discípulos sobre la opinión pública acerca de su identidad, refiriéndose a sí mismo como el "Hijo del Hombre". Los discípulos responden que algunos lo identifican con Juan el Bautista, Elías, Jeremías o algún otro profeta. Luego, Jesús les pregunta directamente quién creen que es él, y Simón Pedro responde: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".
Hijo del Hombre vs Hijo de Dios
Es importante prestar atención al título "Hijo del Hombre", ya que a menudo se malinterpreta. Aunque se podría pensar que "Hijo del Hombre" se refiere a la naturaleza humana de Jesús e "Hijo de Dios" a su naturaleza divina, ambos títulos contienen elementos de deidad y humanidad. "Hijo de Dios" se asocia con la obediencia al Padre, mientras que "Hijo del Hombre" se refiere a la visión de Daniel de un juez celestial con autoridad divina. Jesús usa este título para afirmar su autoridad, incluso para perdonar pecados y ser Señor del día de reposo.
La Bendición y la Advertencia
Jesús bendice a Simón Pedro por su confesión, afirmando que no fue revelado por "carne ni sangre", sino por el Padre en los cielos. Luego, Jesús declara que Pedro es "la roca" sobre la cual edificará su iglesia y le da las llaves del reino de los cielos. Sin embargo, inmediatamente después, Jesús ordena a sus discípulos que no digan a nadie que él es el Cristo, manteniendo el secreto mesiánico.
El Anuncio del Sufrimiento y la Reprensión de Pedro
Después de la confesión de Pedro, Jesús comienza a anunciar a sus discípulos que debe ir a Jerusalén, sufrir, ser muerto y resucitar al tercer día. Pedro, sorprendido, reprende a Jesús, diciendo que eso no debe sucederle. Jesús responde severamente a Pedro, diciéndole "¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo, porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres". Jesús identifica la sugerencia de evitar el sufrimiento como una tentación satánica, preparando el camino para la crisis en su viaje a Jerusalén.
