Resumen Breve
Ousman Umar comparte su desgarradora experiencia como inmigrante desde Ghana hasta Europa, destacando la importancia de la educación como herramienta fundamental para el cambio y la prevención de tragedias. Critica el enfoque actual en la ayuda humanitaria de emergencia, abogando por invertir en la formación y el acceso a la información en los países de origen. Umar enfatiza la responsabilidad individual en la construcción de un mundo mejor, promoviendo la acción a pequeña escala como motor de transformación global.
- La educación es la clave para transformar sociedades y prevenir la inmigración peligrosa.
- La ayuda humanitaria debe enfocarse en la formación a largo plazo, no solo en la asistencia inmediata.
- Cada individuo tiene la responsabilidad de contribuir al cambio positivo en su entorno.
El Origen y la Partida
Ousman Umar, originario de Ghana, relata cómo su curiosidad lo impulsó a dejar su pueblo a los nueve años en dirección a la ciudad y, posteriormente, a los 13 años, a emprender un viaje en busca del "país de los blancos". Este viaje lo llevó a cruzar el norte de África, enfrentándose al desafío inicial del desierto del Sahara.
El Infierno del Desierto
Umar describe la experiencia de vivir en el desierto como un infierno, donde las palabras no alcanzan para transmitir la dureza de la realidad. De las 46 personas que iniciaron el viaje, solo seis lograron sobrevivir tras tres semanas.
La Travesía en Patera y la Tragedia en el Mar
Los seis supervivientes lograron llegar a Libia y reunir 1.800 euros para intentar cruzar el mar en patera. En el primer intento, la patera que transportaba a sus compañeros se hundió, sin que nadie sobreviviera, incluyendo a su amigo Musa. Tras un mes, la mafia proporcionó más material y personas para construir nuevas pateras, pero la historia se repitió: una de las pateras se hundió en el mar, causando la muerte de entre 150 y 200 personas.
La Deshumanización de las Cifras
Umar critica cómo las noticias reducen estas tragedias a simples números, olvidando que detrás de cada cifra hay personas con nombres, apellidos, familias y sueños. En su patera viajaban dos bebés, cuyos cuerpos nunca fueron encontrados tras llegar a la costa.
La Realidad de la Acogida
Al llegar a Europa, Umar cuestiona la calidad de la acogida que reciben los inmigrantes, quienes a menudo terminan mendigando en las calles. Se pregunta si esta es la solución y critica la falta de formación e información que lleva a tantas personas a morir en busca de una vida mejor.
La Educación como Motor de Cambio
Umar argumenta que la solución radica en invertir en educación en los países de origen. Señala que, aunque se envían millones de euros en ayuda humanitaria, esta solo ofrece soluciones a corto plazo. En cambio, "alimentar la mente" a través de la educación proporciona herramientas para un futuro mejor.
Un Ejemplo de Transformación
Umar comparte su propia experiencia: con 12.000 euros, compró 45 ordenadores, contrató a dos profesores y equipó un aula informática en Ghana. Gracias a esta iniciativa, más de 15.000 personas tienen acceso a la educación digital. Destaca la importancia de conocer la realidad local y las necesidades de la gente para implementar soluciones efectivas.
La Responsabilidad Individual y el Cambio Global
Umar enfatiza que la solución no es rescatar cadáveres, sino evitar que haya más víctimas. Invita a asumir la responsabilidad individual y a dejar de culpar a los gobiernos. Cita una frase de Eduardo Galeano: "Personas pequeñas en lugares pequeños, haciendo cosas muy pequeñas, estos son realmente los que van a cambiar el mundo". Cada persona debe ser el cambio que desea ver en el mundo, moviéndose siempre hacia adelante, ya sea volando, corriendo, caminando o gateando.
