Breve Resumen
El video explora la verdadera apariencia física de Jesús, contrastando la imagen tradicionalmente representada con hallazgos arqueológicos y textos antiguos. Se discute la ascendencia de María, la madre de Jesús, y cómo su linaje influyó en su apariencia. Además, se examinan textos no canónicos que sugieren que Jesús tenía la capacidad de cambiar su apariencia física, lo que explicaría por qué a veces no era reconocido y por qué Judas tuvo que identificarlo con un beso.
- La apariencia de Jesús era probablemente diferente a la imagen tradicional occidental.
- María, la madre de Jesús, tenía un linaje diverso que influyó en la apariencia de Jesús.
- Jesús tenía la capacidad de cambiar su apariencia física.
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La Genética y Rasgos Físicos de Jesús
Se analiza la genética y los rasgos físicos de Jesús como hijo de María. María fue elegida por su linaje único, que incluía antepasados notables de diversas razas. Aunque judía en cultura y religión, María era una mezcla de estirpes siria, hitita, fenicia, griega y egipcia. Jesús apareció como un hombre ordinario, con una mezcla de rasgos de estas razas, aunque con una fuerte influencia judía. Un antiguo profeta dijo que no habría hermosura en él para que se le deseara.
Hallazgo Arqueológico de la Imagen Más Antigua de Jesús
Investigadores de la Universidad de Haifa en Israel descubrieron lo que se cree que es la imagen más antigua de Jesús en una iglesia bizantina en el desierto del Néguev. Aunque el dibujo no se ha conservado bien, los expertos han reconstruido los trazos. El resultado muestra a un Jesús con cabello corto y rizado, similar al cabello afro, una nariz alargada y piel morena, diferente a la imagen tradicional de un rubio de ojos azules.
El ADN Divino y la Capacidad de Transformación de Jesús
Se profundiza en los rasgos que reflejan el ADN divino de Jesús, basándose en el Evangelio de Judas, donde se menciona que Jesús a menudo tomaba la forma de un niño para enseñar a sus discípulos. Jesús se aparecía de diferentes maneras, no solo a sus amigos cercanos, sino también públicamente, especialmente ante sus perseguidores. Estas transformaciones físicas reflejan sus capacidades divinas, como se menciona en el Evangelio de Judas y en un antiguo texto egipcio copto.
Jesús y Poncio Pilato: La Incorporeidad de Jesús
Un antiguo texto egipcio narra el encuentro entre Poncio Pilato y Jesús antes de la crucifixión. Pilato le ofrece sacrificar a su propio hijo en lugar de Jesús, pero Jesús lo confronta y le muestra que puede escapar si lo desea. En ese momento, Jesús se vuelve incorpóreo y desaparece de la vista de Pilato.
La Razón del Beso de Judas y las Apariencias Cambiantes de Jesús
Se explica por qué Judas tuvo que identificar a Jesús con un beso. Los fariseos no podían arrestar a Jesús fácilmente porque su apariencia cambiaba: a veces rojizo, otras blanco, rojo, del color del trigo, pálido, joven o viejo. Por lo tanto, Judas sugiere besar a Jesús para indicar quién es. Esto también explica por qué los fariseos no pudieron atrapar a Jesús hasta que él mismo se entregó voluntariamente.
Las Dos Naturalezas de Jesús y Textos Canónicos
La capacidad de Jesús para cambiar de forma y color de piel revela su ADN divino y explica sus dos naturalezas: como hijo del hombre y como hijo de Dios. Textos canónicos sugieren que Jesús a veces no era identificado por sus allegados, a menos que él lo deseara. Por ejemplo, María Magdalena no lo reconoce de inmediato después de la resurrección hasta que él la llama por su nombre.

