Resumen Breve
El video explora las teorías del castigo retributivo y disuasorio, ilustrando cómo ambas buscan reducir el crimen y disciplinar a quienes infringen la ley. El castigo retributivo se centra en la justicia proporcional al daño causado, mientras que el disuasorio busca prevenir futuros crímenes a través del castigo. Se examina la historia y la filosofía detrás de cada teoría, así como sus críticas y aplicaciones en sistemas legales modernos, destacando la importancia de un equilibrio entre ambas para un sistema de justicia penal efectivo y justo.
- El castigo retributivo se basa en la idea de que el castigo debe ser proporcional al delito cometido.
- El castigo disuasorio busca prevenir futuros crímenes a través del castigo.
- Ambas teorías tienen sus fortalezas y debilidades, y un sistema de justicia penal efectivo debe encontrar un equilibrio entre ambas.
Introducción
La Academia para el Cambio Social presenta un análisis comparativo entre el castigo retributivo y el disuasorio. Se introduce la historia de Eric y Pablo en la cafetería de la escuela, donde Eric roba dulces y es castigado, mientras que Pablo decide no robar al presenciar las consecuencias. Este escenario ilustra cómo el castigo retributivo se aplica directamente a Eric por su mala acción, mientras que Pablo experimenta el efecto disuasorio al evitar replicar el comportamiento de su amigo para no ser castigado.
Explicación
La historia de Eric y Pablo ejemplifica las dos teorías del castigo en acción. Eric enfrenta un castigo retributivo al ser disciplinado por su mala acción. Pablo, por otro lado, experimenta el efecto disuasorio del castigo al presenciar las consecuencias negativas que su amigo enfrentó por sus acciones, lo que lo lleva a no replicarlas. Este principio de retribución y disuasión está arraigado en el sistema de justicia penal para reducir el crimen y disciplinar a quienes infringen la ley.
Castigo Retributivo
La teoría de la justicia retributiva establece que si una persona infringe la ley, debe sufrir las consecuencias. En otras palabras, si alguien daña a otra persona o a la sociedad, quien cometió el daño debe sufrir el daño de su propio castigo. En un sistema retributivo, la gravedad del delito cometido determina la severidad del castigo.
Disuasión
La teoría de la disuasión considera el castigo como un medio para disuadir a las personas de cometer delitos, tanto a nivel individual como social. Un individuo se abstendrá de infringir la ley para evitar las experiencias desagradables que conlleva el castigo posterior, como el encarcelamiento o las multas. Estos castigos envían un mensaje al público: si también infringen la ley, enfrentarán consecuencias similares.
La Historia
La noción de castigar a un individuo por sus malas acciones ha existido desde la antigüedad. La frase "ojo por ojo", que significa que el daño debe ser compensado con el mismo daño, se remonta al Código de Hammurabi de aproximadamente 1754 a. C. El Código de Hammurabi es uno de los primeros sistemas legales formales conocidos y se apoya en gran medida en la ideología de la justicia retributiva. La mayoría de los códigos penales posteriores tomaron prestado su marco y describieron métodos de castigo similares, aunque a menudo menos violentos. El filósofo moral Emmanuel Kant sostuvo que el castigo retributivo es la forma más legítima de justicia disponible para la sociedad, garantizando que el criminal enfrente la responsabilidad por sus faltas. El castigo retributivo sigue siendo una piedra angular de muchos sistemas legales modernos. El castigo como medio de disuasión es un concepto más reciente, formalizado en el siglo XVIII por los filósofos Cesari Bakaria y Jeremy Bentham, reflejando los principios utilitaristas que buscan maximizar el bienestar de todos los individuos.
¿Y qué?
Comprender los propósitos y la base filosófica detrás del castigo legal ayuda a evaluar el sistema de justicia penal, identificando sus fortalezas y debilidades prácticas, así como los éxitos y deficiencias morales. Algunos países de Europa han adoptado la ley de pérdidas de tráfico, donde el dólar se considera proporcional a los ingresos del infractor. En Finlandia, una multa por exceso de velocidad puede costar más de 50.000 euros para alguien con un salario multimillonario, pero solo 200 euros para alguien con un salario promedio. Las teorías del castigo retributivo y disuasorio tienen su cuota de críticas. Las personas atacan el castigo retributivo por su énfasis en la disciplina en lugar de la corrección. Las circunstancias individuales del delito no se tienen realmente en cuenta, por lo que el sistema prioriza la venganza o la solución de problemas individuales o sociales. Castigos extremadamente severos para todos los delitos o disuasión efectiva, pero se considera ampliamente injusto si el castigo no se ajusta al delito. El castigo retributivo y la disuasión a menudo coexisten en el sistema de justicia moderno, por lo que no hay una respuesta definitiva sobre cuál resuelve mejor los problemas de la sociedad moderna. El sistema de justicia penal se ve significativamente afectado por qué bando filosófico apoyan los que están en el poder. Independientemente, hay valiosas conclusiones de ambas teorías que deberían esforzarse por prevenir que ocurra el delito y una forma efectiva y justa es castigar a los criminales en proporción a sus fechorías.