Resumen Breve
Este video de EDUCAMEDIA aborda el síndrome hepatorrenal, una complicación grave de la enfermedad hepática avanzada. Se define como un daño renal funcional y reversible que ocurre en pacientes con insuficiencia hepática e hipertensión portal. Se explican los dos tipos (tipo 1 de progresión rápida y tipo 2 de progresión moderada), la fisiopatología, el diagnóstico diferencial (siendo un diagnóstico de exclusión), y el tratamiento, que incluye el uso de vasoconstrictores y albúmina. Además, se enfatiza la importancia de considerar el trasplante hepático como la única razón para proporcionar terapia de reemplazo renal en estos pacientes.
- El síndrome hepatorrenal es un daño renal funcional reversible en pacientes con insuficiencia hepática e hipertensión portal.
- El diagnóstico es de exclusión, requiriendo descartar otras causas de insuficiencia renal.
- El tratamiento se centra en vasoconstrictores y albúmina, y el trasplante hepático es la única razón para la diálisis.
Introducción
El video comienza con una introducción sobre la continuación de las clases en línea debido a la dificultad de tener clases presenciales. Se cubrirán los temas de síndrome hepatorrenal, síndrome cardiorenal y nefropatía lúpica, que se incluirán en el examen. Se tomarán en cuenta las calificaciones de los exámenes y las tareas para la calificación final.
Definición y Tipos de Síndrome Hepatorrenal
El síndrome hepatorrenal se define como un daño funcional reversible caracterizado por una marcada disminución en la tasa de filtración renal, en ausencia de otras causas renales y en presencia de insuficiencia hepática con hipertensión portal. Existen dos tipos: el tipo 1, de progresión rápida, y el tipo 2, de progresión moderada. El tipo 1 se caracteriza por un aumento rápido de la creatinina y una baja tasa de filtrado glomerular, mientras que el tipo 2 presenta una creatinina más estable y es una causa principal de ascitis refractaria.
Fisiopatología del Síndrome Hepatorrenal
La fisiopatología del síndrome hepatorrenal se centra en la vasoconstricción intrarrenal extrema, secundaria a la estimulación simpática, disfunción cardíaca y la acción de citoquinas. Varios factores desencadenantes, como infecciones, sangrado gastrointestinal y paracentesis, pueden llevar a esta vasoconstricción. Este ciclo de vasoconstricción y disminución de vasodilatadores perpetúa el síndrome hepatorrenal. La cirrosis lleva a cambios en el flujo portal e hipertensión portal, concentrando la sangre en la circulación esplácnica y disminuyendo el volumen arterial efectivo, lo que activa mecanismos para retener sodio y agua, perpetuando la vasoconstricción renal.
Mecanismos y Consecuencias
El bajo volumen circulatorio efectivo activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona y la liberación de vasopresina, llevando a una circulación hiperdinámica e inefectiva. El cuerpo percibe un bajo volumen debido al secuestro esplácnico, lo que disminuye la capacidad de excretar agua libre y diluye la función renal. El aumento del óxido nítrico a nivel hepático causa vasodilatación esplácnica, secuestrando el volumen y estimulando la liberación de hormona antidiurética. Los barorreceptores detectan la falta de volumen y activan la vasoconstricción renal y la taquicardia.
Diagnóstico del Síndrome Hepatorrenal
El diagnóstico del síndrome hepatorrenal es de exclusión. Primero, se deben descartar otras causas de insuficiencia renal aguda, como la prerenal. Para diagnosticar el síndrome hepatorrenal, debe haber falla hepática crónica avanzada con hipertensión portal y falla renal con creatinina mayor a 1.5 mg/dL y disminución de la tasa de filtración glomerular. Se deben descartar causas frecuentes de falla renal, como choque, sepsis y nefrotoxicidad. Además, se debe descartar proteinuria y evidencia ultrasonográfica de uropatía obstructiva.
Criterios Diagnósticos y Causas de Incremento de Creatinina
Se presentan los criterios mayores y menores para el diagnóstico del síndrome hepatorrenal, que son esencialmente una cuestión de descarte. Se destaca que no todo paciente cirrótico con elevación de creatinina tiene síndrome hepatorrenal. Se presenta una tabla con diversas causas de incremento de la creatinina en pacientes con cirrosis, enfatizando que solo una de ellas es el síndrome hepatorrenal.
Tratamiento del Síndrome Hepatorrenal
El tratamiento se basa en abordar la vasoconstricción intrarrenal y la vasodilatación periférica. Se mencionan el TIPS (shunt portosistémico transyugular) para bajar la hipertensión portal y el uso de midodrina y octreótido, junto con albúmina. Se detallan las dosis de albúmina (1 gramo por kilo el primer día, luego 20-40 gramos al día) durante 5 a 15 días para reducir la creatinina. Se enfatiza que los pacientes con cirrosis no deben ser sometidos a hemodiálisis a menos que sean candidatos a trasplante hepático, ya que esto aumenta su mortalidad. La diálisis peritoneal está contraindicada en pacientes con hipertensión portal.
Trasplante Hepático y Recuperación Renal
La única razón para proporcionar terapia de reemplazo renal a un paciente con cirrosis avanzada es la posibilidad de un trasplante de hígado. El trasplante hepático puede restaurar la función renal. Se menciona un caso en el que los riñones de un paciente con síndrome hepatorrenal, al ser trasplantados a personas con circulación portal normal, recuperaron su función, demostrando que el daño es funcional y no estructural.

