Breve Resumen
Este discurso explora la naturaleza humana de Cristo y su impacto en la soteriología, antropología y escatología adventistas. Se plantean preguntas clave sobre la naturaleza del pecado, la diferencia entre la concepción católica del pecado original y la adventista de la naturaleza pecaminosa heredada, y la humanidad de Jesús. Se destaca que Jesús es 100% Dios y 100% hombre, pero nunca usó su poder divino para evitar la tentación, sino que dependió del poder de su Padre.
- Jesús tomó la naturaleza de Adán después de la transgresión.
- Es posible vencer la tentación cumpliendo las mismas condiciones que Jesús.
- La iglesia adventista cambió su cristología en los años 50, adoptando una posición prelapsariana.
Introducción al Simposio sobre la Última Generación
El orador presenta el tema de las reflexiones sobre la naturaleza humana de Cristo en el contexto de un simposio sobre la última generación. Menciona un simposio anterior en Medellín, Colombia, donde presentó la posición postlapsariana de que Jesús tomó la naturaleza de Adán después de la transgresión, lo que generó debate. Aclara que la Iglesia Adventista no tiene una posición oficial sobre la naturaleza de Cristo y que ambas posiciones son aceptables.
El Libro "Tocados por Nuestros Sentimientos" de Jean Surcher
El orador introduce el libro "Tocados por Nuestros Sentimientos" de Jean Surcher, destacando su importancia como un estudio histórico y teológico sobre la evolución de la cristología adventista. Surcher, un reconocido teólogo adventista, explora cómo la comprensión de la naturaleza de Cristo cambió en la iglesia, especialmente en las décadas de 1950 y 1960. El libro fue publicado por Review Health, una editorial oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en 1999.
Preguntas Clave sobre la Naturaleza Humana de Cristo
Se plantean varias preguntas cruciales sobre la naturaleza del pecado y la humanidad de Cristo. Estas incluyen: ¿Qué es una naturaleza pecaminosa y no pecaminosa? ¿Es pecado tener una naturaleza pecaminosa? ¿Cómo difiere la concepción católica del pecado original de la adventista sobre la herencia de una naturaleza pecaminosa? ¿Qué tipo de humanidad asumió Jesús al venir a la Tierra: la de Adán antes o después de la transgresión? ¿Qué quiso decir Elena G. de White al afirmar que la naturaleza humana de Jesús no tenía propensiones hacia el pecado? ¿Es posible vivir sin pecar teniendo una naturaleza pecaminosa?
Aspectos No Negociables y la Tentación de Cristo
Se enfatizan aspectos no negociables sobre la naturaleza de Cristo: Jesús es 100% Dios y 100% hombre, pero nunca usó su poder divino para liberarse de la tentación, sino que dependió del poder de su Padre. Se subraya que podemos vencer la tentación cumpliendo las mismas condiciones que Jesús. Las tentaciones de Jesús fueron mayores que las de Adán y las nuestras.
Peligros en la Comprensión de la Naturaleza de Cristo
Se advierte sobre dos peligros al abordar la naturaleza de Cristo. Aquellos que creen que Jesús tomó la naturaleza de Adán después de la transgresión corren el riesgo de caer en el legalismo y la crítica. Por otro lado, quienes creen que Jesús tomó la naturaleza de Adán antes de la transgresión pueden minimizar la seriedad del pecado y justificarlo debido a una naturaleza pecaminosa heredada.
Cambios Históricos en la Cristología Adventista
Se aborda el cambio en la cristología de la Iglesia Adventista a partir de la década de 1950, pasando de una posición postlapsariana a una prelapsariana. Se menciona que A.T. Jones y E.J. Waggoner, predicadores de la Conferencia de Indianápolis de 1888, enseñaron que Jesús tomó la naturaleza de Adán después de la transgresión, y Elena G. de White respaldó sus mensajes.
Perspectivas de Elena G. de White sobre las Pasiones de Cristo
Se examinan citas de Elena G. de White que parecen presentar ideas conflictivas sobre si Jesús poseía las pasiones de Adán caído. Se concluye que no hay contradicción, ya que Jesús sintió la fuerza de las pasiones humanas, pero nunca cedió a la tentación.
La Carne de Cristo y la Plenitud de Dios
Se citan a Waggoner y Prescott para enfatizar que Jesús tomó la carne de pecado, pero Dios lo mantuvo sin pecar. Prescott afirma que Jesús se vació de sí mismo y recibió la plenitud de Dios, quien lo guardó de pecar en esa carne pecaminosa.
La Doctrina del Pecado Original y la Naturaleza Pecaminosa
Se explica la doctrina católica del pecado original, que sostiene que nacemos pecadores debido a nuestra pertenencia a la familia humana pecaminosa. Se contrasta con la teología adventista, que enseña que heredamos una naturaleza pecaminosa que nos inclina al pecado, pero Dios nos da una nueva naturaleza divina para vencerla.
El Proceso de la Tentación y el Pecado
Se describe el proceso de la tentación según Santiago 1:14-15. La tentación surge del deseo de la carne, que nos atrae y seduce. Si cedemos a ese deseo, concebimos el pecado, y el pecado consumado da a luz la muerte. Se enfatiza que el pecado es una elección consciente de desobedecer la voluntad de Dios.
Definición del Pecado y la Naturaleza de Cristo
Se argumenta que la clave para entender la naturaleza de Cristo radica en la definición del pecado. Si el pecado es una cuestión de elección y no de naturaleza, entonces Cristo pudo haber heredado nuestra naturaleza pecaminosa sin convertirse en pecador. Se cita 1 Juan 3:4, que define el pecado como transgresión de la ley.
Citas del Espíritu de Profecía sobre la Tentación y el Pecado
Se presentan varias citas del Espíritu de Profecía que enfatizan que la tentación no es excusa para pecar y que Dios nos da la ayuda necesaria para resistir y vencer. Se destaca que Jesús tuvo las mismas tentaciones que nosotros y que podemos ser más que vencedores a través de él.
La Imposibilidad de Nacer Pecadores
Se argumenta que no es bíblico creer que Dios nos considera pecadores al nacer. Se citan Ezequiel 18:20 y Deuteronomio 24:16 para mostrar que cada uno muere por su propio pecado. Se presenta una cita del Espíritu de Profecía que afirma que los niños sufren las consecuencias de la maldad de sus padres, pero no son castigados por su culpa a menos que participen en sus pecados.
Cambios en la Cristología Adventista: El Caso de "Las Bellas Enseñanzas de la Biblia"
Se detalla cómo la cristología adventista cambió en las décadas de 1940 y 1950. Se menciona el caso del libro "Las Bellas Enseñanzas de la Biblia" (Bible Readings for the Home Circle), donde se modificó una nota en la edición de 1949 para eliminar la afirmación de que Cristo participó en nuestra naturaleza pecaminosa caída.
El Diálogo con los Evangélicos y la Nueva Cristología
Se explica que el cambio en la cristología adventista fue impulsado por el deseo de ser reconocidos y aceptados por los evangélicos. Se menciona que los líderes adventistas aseguraron a Walter Martin y Donald Barnhouse que la mayoría de la denominación siempre había creído que Jesús tomó una naturaleza humana sin pecado.
Hechos Interesantes y la Preparación del Comentario Bíblico Adventista
Se comparten datos interesantes sobre la preparación del Comentario Bíblico Adventista original (1953-1957), que no refleja la nueva cristología adoptada por la iglesia en ese momento.
La Diferencia entre la Teología Católica y Adventista sobre el Pecado
Se resume la diferencia entre la teología católica y la adventista sobre el pecado. Los católicos creen que heredamos el pecado original de Adán, mientras que los adventistas creen que heredamos una naturaleza pecaminosa que nos inclina al pecado, pero Dios nos da una nueva naturaleza divina para vencerla.
Adán y Eva: El Momento de la Conversión
Se argumenta que Jesús no nació con la naturaleza de Adán inmediatamente después de la caída, sino con la naturaleza regenerada de Adán después de su conversión. Se describe el momento de la conversión de Adán, cuando el Espíritu Santo regeneró su naturaleza humana y le permitió vencer el pecado.
La Enormidad del Pecado y la Contemplación de Jesús
Se enfatiza que la enormidad del pecado se comprende al contemplar el sacrificio de Jesús. Se afirma que el pecado se vence al mirar a Jesús, no a la ley.
La Última Generación y la Victoria sobre el Pecado
Se concluye que la última generación, a pesar de tener una naturaleza pecaminosa, vencerá totalmente el pecado y pasará victoriosamente por el tiempo de angustia. Se anima a los oyentes a comprometer sus vidas a Jesús y a contemplar sus escenas finales para obtener la victoria sobre el pecado.