Resumen Breve
Este video explica detalladamente la anatomía histológica del sistema respiratorio, desde la tráquea hasta los alvéolos, incluyendo las pleuras y los reflejos de la tos y el estornudo. Se describen las estructuras, funciones y tipos celulares de cada componente, así como las diferencias entre los pulmones derecho e izquierdo.
- Tráquea y bronquios: Estructura cartilaginosa y epitelio ciliado.
- Pulmones: Lóbulos, segmentos broncopulmonares y pleura.
- Bronquiolos: Transición a la porción respiratoria.
- Alvéolos: Intercambio gaseoso y células especializadas.
- Membrana respiratoria: Estructura y función.
- Reflejos de la tos y el estornudo: Mecanismos y diferencias.
Tráquea: Estructura y Función
La tráquea es un tubo rígido de aproximadamente 12 cm de longitud y 2.5 cm de diámetro, reforzado por entre 16 y 20 anillos cartilaginosos en forma de C que evitan su colapso durante la respiración. En la parte posterior, el músculo traqueal permite ajustar la luz de la tráquea, apoyando al esófago para facilitar la deglución. Histológicamente, la tráquea presenta una túnica mucosa con epitelio pseudoestratificado ciliado, células caliciformes productoras de moco y células basales para la regeneración del tejido. La lámina propia es tejido conjuntivo vascularizado, y la submucosa contiene nódulos linfáticos y glándulas mucosas y serosas. Externamente, la adventicia es tejido conjuntivo fibroso que se mezcla con los tejidos de órganos adyacentes.
Bronquios Principales, Lobulares y Segmentarios
La tráquea se bifurca en los bronquios principales derecho e izquierdo. El bronquio principal derecho es más corto (2-3 cm), de mayor diámetro y más vertical, mientras que el izquierdo es más largo (5 cm) y de menor diámetro. Los bronquios principales se dividen en bronquios secundarios o lobulares: tres en el pulmón derecho (correspondientes a los tres lóbulos) y dos en el izquierdo. A su vez, los bronquios lobulares se dividen en bronquios terciarios o segmentarios, 10 en el pulmón derecho y 8 en el izquierdo, cada uno ventilando un segmento broncopulmonar. Histológicamente, los bronquios principales, lobulares y segmentarios tienen un epitelio estratificado ciliado, lámina propia con nódulos linfáticos y anillos cartilaginosos que se vuelven más irregulares y superpuestos, con abundante tejido conjuntivo elástico.
Pulmones: Anatomía Externa
Los pulmones se alojan en la cavidad torácica y tienen forma cónica, con la base cóncava apoyada en el diafragma y el vértice extendiéndose ligeramente por encima de la clavícula. No son simétricos; el pulmón derecho es más corto y ancho debido a la presencia del hígado debajo del diafragma, mientras que el izquierdo es más largo y angosto, con una impresión cardíaca para acomodar el corazón. Cada pulmón tiene caras anterior, lateral y posterior que se apoyan en la parrilla costal, y una cara mediastínica con el hilio, por donde ingresan y salen el bronquio principal, arterias, venas, vasos linfáticos y nervios. El pulmón derecho está dividido en tres lóbulos (superior, medio e inferior) por las fisuras horizontal y oblicua, mientras que el izquierdo está dividido en dos lóbulos (superior e inferior) por una fisura oblicua.
Segmentos Broncopulmonares y Lóbulos Pulmonares
Cada lóbulo pulmonar está dividido en segmentos broncopulmonares, 10 en el pulmón derecho y 8 en el izquierdo, cada uno ventilado por un bronquio segmentario. Estos segmentos están separados por tejido conjuntivo y, a su vez, están divididos en unidades más pequeñas llamadas lobulillos pulmonares, también separados por tejido conjuntivo elástico. Cada lobulillo pulmonar recibe un bronquiolo terminal, una arteria pulmonar, una vena pulmonar y vasos linfáticos. Dentro de cada lobulillo se encuentran los sacos alveolares con los alvéolos, donde se realiza el intercambio gaseoso a través de los bronquiolos respiratorios y los conductos alveolares.
Pleura: Estructura y Función
La pleura es una membrana serosa de tejido conjuntivo que rodea ambos pulmones, separándolos del mediastino y protegiendo al corazón de infecciones pulmonares y viceversa. Consta de dos hojas: la pleura visceral, en contacto íntimo con el parénquima pulmonar, y la pleura parietal, en contacto con las paredes de la caja torácica. Entre ambas hojas se encuentra el espacio pleural, que contiene una pequeña cantidad de líquido producido por las células mesoteliales, que reduce la fricción durante la respiración. La presión negativa en este espacio es crucial para la expansión pulmonar durante la inspiración. Un neumotórax (aire en el espacio pleural) o un hemotórax (sangre en el espacio pleural) pueden causar atelectasia (colapso pulmonar).
Bronquiolos: Terminales y Respiratorios
Los bronquiolos son conductos de aproximadamente 1 mm de diámetro, con un epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado y una submucosa bien desarrollada con glándulas productoras de moco. A diferencia de los bronquios, carecen de cartílago, pero tienen una capa muscular lisa bien desarrollada. Los bronquiolos terminales, que miden alrededor de 0.5 mm, tienen un epitelio cúbico ciliado sin células caliciformes y una submucosa menos desarrollada. Los bronquiolos terminales se ramifican en bronquiolos respiratorios, donde comienza el intercambio gaseoso debido a la presencia de alvéolos adheridos. El epitelio de los bronquiolos respiratorios es plano simple, sin cilios, y la capa muscular es muy delgada.
Alvéolos: Estructura y Membrana Respiratoria
Los bronquiolos respiratorios se conectan a los conductos alveolares, que terminan en los sacos alveolares formados por alvéolos. Se estima que hay alrededor de 300 millones de alvéolos en los dos pulmones, cada uno con un diámetro de 0.2 mm, lo que proporciona una superficie total de intercambio gaseoso de aproximadamente 70 metros cuadrados. Los alvéolos están cubiertos por un plexo capilar denso. La membrana respiratoria, que facilita el intercambio gaseoso, está formada por los neumocitos tipo 1 (células epiteliales planas que cubren la mayor parte de la superficie alveolar), una capa de líquido surfactante producido por los neumocitos tipo 2, la membrana basal del epitelio alveolar, el espacio intersticial (generalmente nulo), la membrana basal del endotelio capilar y las células endoteliales de los capilares sanguíneos.
Neumocitos Tipo I y II, Macrófagos Alveolares y Sustancia Surfactante
Los neumocitos tipo 1 son las células más numerosas en los alvéolos, mientras que los neumocitos tipo 2, aunque menos numerosos, son más grandes y tienen microvellosidades. Los neumocitos tipo 2 producen la sustancia surfactante, compuesta principalmente por dipalmitoilfosfatidilcolina, que reduce la tensión superficial del agua en los alvéolos, facilitando su expansión durante la inspiración. Los macrófagos alveolares, también conocidos como células del polvo, son células migratorias que fagocitan partículas de polvo, bacterias y eritrocitos en los alvéolos.
Reflejos de la Tos y el Estornudo
El reflejo de la tos se desencadena por la irritación de la laringe, tráquea, carina o bronquios, mientras que el estornudo se produce por la irritación de las fosas nasales. En ambos casos, se inhala aire (aproximadamente 2.5 litros), se cierra la epiglotis y las cuerdas vocales falsas, y se contraen los músculos abdominales y respiratorios, aumentando la presión en los alvéolos. Cuando se abre la epiglotis y las cuerdas vocales, el aire sale con una velocidad de 120 a 140 km/h. Si el aire sale por la boca, es tos; si sale por las fosas nasales, es estornudo.