Breve Resumen
El video explora una interpretación alternativa de la Biblia, argumentando que los textos antiguos podrían estar relatando una historia diferente a la comúnmente aceptada sobre Dios. Se centra en el nombre de "Yahvé", analizando su origen, significado y cómo fue utilizado en diferentes contextos bíblicos. Los puntos clave incluyen:
- El nombre "Yahvé" podría ser una palabra extranjera, no hebrea, posiblemente relacionada con narraciones ancestrales globales sobre seres no humanos que gobernaron a la humanidad en el pasado.
- La Biblia podría contener múltiples capas de historias, con una capa más antigua que describe interacciones con entidades misteriosas, en paralelo con narraciones de otras culturas.
- La traducción de estos textos como encuentros con Dios podría haber tenido consecuencias negativas, justificando violencia y jerarquías.
Introducción
El video presenta a Maura Biglio y Paul Wallis, dos eruditos que proponen una interpretación radicalmente diferente de la Biblia. Argumentan que al examinar los significados originales de las palabras clave en los textos bíblicos, se revela una historia distinta con implicaciones significativas para la comprensión de la humanidad y su lugar en el universo. Tradicionalmente, la Biblia se ha interpretado como una historia sobre Dios, pero estos eruditos sugieren que anomalías y cuestiones de traducción apuntan a otra posibilidad.
El Nombre de Yahvé
Se discute el nombre "Yahvé", considerado el nombre más importante en la Biblia y traducido generalmente como "el Señor" o "el Eterno". El Vaticano en 2008 sugirió no usar este nombre en las liturgias, ya que no es cristiano. Los judíos no pronuncian este nombre, reemplazándolo con "Adonai" (Señor). El nombre Jesús, derivado del hebreo Joshua (Yahvé salva), contiene una forma contraída de "Yahvé". A pesar de esto, el significado original de "Yahvé" es desconocido, lo que lleva a cuestionar las traducciones comunes.
El Origen del Nombre
Se analiza el pasaje del Éxodo donde Moisés pregunta a Dios su nombre. La respuesta "Yo soy el que soy" (o "Seré el que seré") es enigmática y ha sido interpretada de diversas maneras. Se sugiere que esta respuesta podría ser una forma de evitar dar un nombre específico. Además, se plantea la pregunta de en qué idioma se pronunció este nombre, considerando que el hebreo aún no existía en ese momento. No se sabe cómo fue escrito o pronunciado originalmente, ya que se escribió sin vocales y estas se insertaron siglos después.
La Imposibilidad de Traducir Yahvé
Debido a la incertidumbre sobre el significado de "Yahvé", se argumenta que lo mejor es no traducirlo. Traducirlo como "Señor" o "el Eterno" implica inventar una traducción. En lugar de traducir, se propone escribir "Yahvé" en hebreo para respetar el texto original. Algunos eruditos sugieren que el nombre podría ser una interjección que significa "es él", la expresión usada al verlo llegar.
El Encuentro de Moisés con Yahvé
Se destaca que Moisés no reconoce a la entidad que se identifica como Yahvé, lo que sugiere que este nombre era desconocido para él. Como príncipe de la corte del faraón, Moisés probablemente hablaba varios idiomas, pero "Yahvé" no era una palabra en ninguno de ellos. Esto plantea el misterio de su origen. Se menciona que el Canon hebreo tomó su forma actual en el siglo VI a.C., durante una reforma religiosa que buscaba establecer un monoteísmo ordenado.
Yahvé como Uno de los Elohim
Se argumenta que los redactores del Canon hebreo importaron el nombre "Yahvé" a textos más antiguos, pegándolo sobre las historias de los Elohim. En Génesis 11, Yahvé se refiere a sí mismo como uno de los Elohim, utilizando la forma verbal en plural "dejadnos bajar". En los Diez Mandamientos, Yahvé ordena no tener otros Elohim delante de él, lo que implica que él es uno de muchos. Se mencionan ejemplos bíblicos donde Yahvé compite con otros Elohim, como el Elohim de Ecrón.
Yahvé como Palabra Prestada
Se sugiere que "Yahvé" es una palabra extranjera, una "palabra prestada" de otro idioma desconocido para Moisés. Se utiliza el ejemplo de la palabra italiana "savalo" (pala), que proviene de la palabra americana "shovel", para ilustrar cómo las palabras prestadas se adaptan a la fonética y ortografía del idioma anfitrión. La respuesta de Yahvé "Yo soy el que soy" se interpreta como una evasiva, dejando a Moisés sin una respuesta clara sobre su identidad.
Paralelos con Narraciones Globales
Se analiza la traducción de la Septuaginta de "Yo soy el que soy" como "Yo soy el que existe". Se exploran las consonantes del tetragramatón (YHWH) y su posible pronunciación original, relacionándolas con narraciones ancestrales globales sobre seres no humanos que gobernaron a la humanidad en el pasado. Se mencionan figuras como Quetzalcóatl, Kukulcán y otros seres de diferentes culturas, destacando similitudes fonéticas y temáticas.
Temas Recurrentes y el Gobierno No Humano
Se señalan temas recurrentes en estas narraciones, como la exigencia de carne, vírgenes y oro, así como descripciones de entidades con voces potentes y aliento destructivo. Se menciona un pasaje en Números 31-17 donde Yahvé exige un tributo similar. Se argumenta que estos temas ubican las historias del Canon hebreo en un contexto más amplio de narraciones sobre un gobierno no humano en el pasado antiguo.
La Transición al Gobierno Humano
Se destaca que muchas culturas tienen historias sobre un momento en que las sociedades humanas deciden no ser gobernadas por seres no humanos, optando por reyes y reinas humanos. Se menciona el ejemplo de 1 Samuel 8, donde el pueblo de Israel pide un rey humano en lugar de un gobernador no humano. Se argumenta que el tetragramatón es una pista que sitúa la historia bíblica en un contexto más amplio de la historia del planeta y la raza humana.
Saúl y el Sabotaje de Yahvé
Se describe cómo Yahvé sabotea al primer rey humano, Saúl, por no seguir sus instrucciones al pie de la letra. Yahvé exige la "tierra arrasada" y se enfurece porque Saúl no mató a todos los hombres, mujeres, niños y animales. Este episodio se interpreta como una pista de que la historia original no trata sobre el Dios trascendente, sino sobre algo diferente que encaja en el mundo de las narraciones sobre entidades antiguas.
Conclusión
Se concluye que el encuentro de Moisés con Yahvé revela un misterio mayor que el que las traducciones convencionales de la Biblia han expuesto. Al examinar los significados originales de palabras clave como Elohim, El Elyon y Yahvé, se descubre otra capa de la historia con una diversidad de entidades misteriosas que corren en paralelo con narraciones ancestrales de todo el mundo. Se invita a volver a los textos y darse cuenta de que muchas historias que se asumían como historias sobre Dios son en realidad sobre algo diferente.
Reflexiones Finales
Se menciona que la edición final del Antiguo Testamento incluyó la superposición de teologías que están por encima de los textos antiguos. Se advierte que traducir recuerdos ancestrales traumáticos como encuentros con Dios puede tener consecuencias negativas, justificando violencia y jerarquías. Se destaca la fidelidad con la que los antiguos manuscritos se han conservado, permitiendo a la generación actual volver a estos artefactos y preguntarse cómo podrían haber sido traducidos de manera diferente.

